HOMENAJE A UNA ACTUACIÓN HISTÓRICA

El día de 1969 en que Duke Ellington clamó "llibertat!" en Barcelona

El concierto 'Freedom!', de La Locomotora Negra y la Coral Sant Jordi, recreará en el Palau la mítica noche del gigante del jazz en Santa Maria del Mar, de la que se cumplen 50 años

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Jordi Bianciotto

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Hace 50 años, el 24 de noviembre de 1969, las palabras ‘freedom’, ‘libertad’ y ‘llibertat’ resonaron entre los muros góticos de Santa Maria del Mar con toda su carga provocadora en el clímax de un concierto destinado a hacer historia, el de Duke Ellington con la Coral Sant Jordi. "La impresión fue tan fuerte que todavía hoy es difícil valorar lo que vivimos", reflexiona el entonces veinteañero Ricard Gili, asistente del concierto y en la actualidad líder de La Locomotora Negra, formación que el próximo 15 noviembre rendirá honores en el Palau a aquella noche de jazz, música sacra y canto subversivo.

Ellington, que ya había actuado tres años antes en Barcelona (en el Palau), vino en esa ocasión a interpretar su ‘Second sacred concert’, segundo de una trilogía de álbumes que fundían el ánimo trascendente y el compromiso con su tiempo a lomos de un jazz en contacto con formas clásicas y ‘lied’. El contexto del momento lo determinaba "la lucha por los derechos civiles y el asesinato, un año atrás, de Martin Luther King", destaca Gili. Y en Catalunya, una "situación política muy grave, tras los primeros asesinatos de ETA y con una reciente aplicación del estado de excepción". No muy lejos, el mayo francés. Por todo ello, "el terreno estaba abonado" para la sacudida emocional.

Una "emoción inenarrable"

Tantos años después, Ricard Gili, que creó en 1971 La Locomotora Negra inspirado en parte por la experiencia de ver a Ellington, confiesa tener "ganas de volver a explicar aquel concierto", y qué mejor que "volverlo a hacer, ahora con nuestros medios", aspirando a lo casi imposible: "A que aquella emoción inenarrable que entonces sentimos se pueda transmitir al público actual". Y así surge ‘Freedom!’, el espectáculo que, dentro del Festival Internacional de Jazz de Barcelona, recreará aquel repertorio, ahora en el escenario del Palau dado que en Santa Maria del Mar "las condiciones de sonido no son las mejores para el jazz, sobre todo en las últimas filas". El título del concierto proviene de una de las canciones más populares del repertorio, ‘It’s freedom’, en la que se repite la palabra ‘libertad’ en una docena de lenguas, a las que, por petición de la Coral Sant Jordi a Ellington, en Barcelona se sumó el catalán.

La Locomotora Negra asumirá la función que aquella noche correspondió a la ‘big band’ de Ellington, en alianza, como entonces, con la Coral Sant Jordi. Entente a la que se sumarán otras dos voces, las de la soprano Núria Rial (a cargo de las partes que en 1969 asumía la sueca Alice Babs) y del cantante Erwyn Seerutton (que suplirá a Tony Watkins). En esta ocasión, el concierto incluirá un número de claqué a cargo de Guillem Alonso y Roser Font, así como una pieza de homenaje a Tom Whaley, colaborador de Ellington que vino unos días a Barcelona para preparar a los músicos.

Bailar e improvisar

Whaley causó impacto en la Coral Sant Jordi, como recuerda Anna Farrero, que entonces era una integrante del grupo de 19 años. "Nosotros veníamos todos de la educación clásica y Tom no era un director normal: de repente se puso a bailar, y los jóvenes nos entusiasmamos con él y acabamos todos bailando", revela. "Con él cada día descubríamos algo nuevo. Hacía que todos estuviésemos en tensión, absorbiendo todo lo que nos indicaba", añade su compañero Eduard Sagarra. Uno de los aspectos de la obra que les impresionó fueron las pequeñas parcelas que abrió a la improvisación, "absolutamente mágicas", destaca otra integrante de la formación, Maria Figueras.

Con Ellington apenas compartieron unas ocho horas entre ensayos y concierto, suficientes para tomar nota de su "magnetismo" y de su serena manera de estar en el escenario. "Impasible, sin apenas moverse, limitándose a pulsar unas pocas notas al piano para dar el tono", describe el también veterano del grupo vocal Manuel Artigues. Toda la agrupación "se enamoró de Duke", y él correspondió: los veteranos le recuerdan "girándose a aplaudir al público y dándose besos con el director de la coral, Oriol Martorell".

El mejor de la gira

En el libro de memorias que Ellington publicó en 1973 (en España, la extinta editorial Global Rhtyhm lo publicó en el 2009 con el título de ‘La música es mi amante’), el autor de tótems como ‘In a sentimental mood‘ y ‘Caravan’ hizo notar con ironía el "sabor especial" de la pronunciación inglesa de la Coral y señaló sin rodeos que aquel concierto en Santa Maria del Mar fue "el mejor de todos" los de la gira. Televisión Española grabó la actuación y la emitió en diferido.

El vínculo con Ellington se prolongó con un segundo concierto conjunto que ofrecieron en el verano de 1970 en el teatro romano de Orange, en Francia. Ocasión para conocer un poco mejor a este músico que fundió sus artes con el compromiso civil y el humanismo. "Una persona muy sutil, no un demagogo ni alguien que quisiera dar pena", estima Ricard Gili, que le recuerda como alguien "suficientemente inteligente para saber que de la palabra libertad se puede hacer un mal uso para que acabe significando otra cosa".

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