Crítica de 'El silencio de la ciudad blanca': el asesino de las abejas

El 'thriller' escabroso sobre asesinos en serie ha sido una de las variantes más fructíferas de las tres últimas décadas, desde que lo pusiera de moda 'El silencio de los corderos' y lo refutara 'Seven'. El modelo se ha reproducido en cinematografías asiáticas y europeas, y la española se ha hecho eco con varios productos tan dignos como encorsetados en ese modelo. El de Calparsoro es uno de ellos, interesante en los procedimientos (el asesino introduce abejas en el cuerpo de sus víctimas) y la atmósfera (tensa aunque ubicada en las fiestas de Vitoria), pero con varias coincidencias de manual de guion y un par de policías demasiado esquematizados.