'#Life Spoiler': ¿Y si Facebook nos desvelara nuestro futuro?

Una de las grandes sorpresas teatrales del 2017 fue #Life Spoiler, que fue presentado en la sala Flyhard donde se convirtió en un pequeño éxito. Ahora el Versus Glòries la recupera para que la disfruten los espectadores más rezagados y curiosos (solo hasta el 3 de noviembre). Resulta curioso que esta reposición coincida con otra de los mismos autores, la también imprescindible Inmortal, un original one man show de Bruno Oro.

Y es que ambas coinciden en partir de una premisa de ciencia ficción para desarrollarla de una manera muy distinta. Inmortal plantea, en tono irónico, qué ocurriría si la muerte no existiera, cómo reaccionaríamos ante ello y cómo la sociedad cambiaría radicalmente muchas normas de comportamiento (los matrimonios ya no serían hasta que la muerte los separe, las hipotecas serían a 400 años, etcétera). #Life Spoiler juega, en tono dramático, con la posibilidad de que supiéramos lo que nos va ocurrir en los próximos siete años y se centra en si sería posible alterarlo. Pero siempre está el riesgo de provocar una paradoja temporal…

Facebook conoce tu destino

El escenario que vislumbramos a nuestra entrada en la sala ya resulta altamente inquietante. Hay humo por todas partes y vemos salir de una pared el frontal de un coche que parece haber sufrido un accidente. La iluminación tenue contribuye al misterio. Del techo cuelgan unas bombillas y en los laterales hay fluorescentes, todos ellos por ahora apagados. Al otro lado, una cortina de plástico semitransparente.

Conocemos a las dos protagonistas y descubrimos lo que ha ocurrido. Por un extraño fenómeno, el mundo se levantó un día y comprobó con asombro que su muro de Facebook se había llenado de mensajes que parecían haber sido escrito por los mismos usuarios en los que se avanzaban a sí mismos lo que les ocurriría en los próximos siete años. Pero lo peor es que era cierto, todo se iba cumpliendo. La vida, desde entonces, carecía de sorpresas.

La opción de conocer o no tu futuro

Las chicas acaban de sufrir un accidente y una de ellas llama a su exnovio para que las ayude. Mientras bailan juntas vamos comprobando que existe una cierta atracción mutua pero hay una diferencia básica entre ellas. Una no ha mirado su futuro (Cintia Ballbé) y la otra sí (Alba Ribas), contando con la ventaja de saber que mantendrán una relación estable. Esta última es una periodista uno de cuyos trabajos consiste en entrevistar a gente que... será famosa en el futuro.

La situación se complica cuando aparece un tercer personaje, un extraño tipo con gabardina (Sergi Matamala) que provoca su desconfianza. Es un vendedor de seguros que parece estar despistado, sin saber qué hace allí y que arranca los momentos más cómicos de la obra. Lo que ocurre a partir de ese instante ya es mejor no revelarlo pero conviene advertir que hay saltos en el tiempo, repeticiones de escenas con detalles que difieren, frases enigmáticas ("¡Yo soy el gato!") e intentos de escapar del destino.

Desaparecen los misterios de nuestra vida

Esta gran fiesta cuántica habla de las realidades paralelas pero, sobre todo, reflexiona sobre la conveniencia o no de conocer lo que el destino nos tiene reservado y la posibilidad de escapar del mismo. Imaginemos una cita amorosa ¿qué encanto tiene si ya sabemos cómo va a acabar? ¿si ya sabemos cómo y cuándo daremos pasos decisivos en la relación y en nuestras vidas? ¿dónde queda el misterio de la vida que llevaremos?

Es un texto muy inteligente que da varias vueltas sobre el mismo eje en el tramo final, que te deja intrigado en la butaca y con ganas de más (esta misma premisa tan Black Mirror podría utilizarse para infinidad de argumentos, da para una serie). Y si, al final de Inmortal llegabas a la conclusión de que la muerte era un fenómeno cruel pero casi casi necesario aquí vuelve a pasar lo mismo, conocer con certeza nuestro futuro haría que nuestras vidas fueran monótonas. Está claro que Angelet y Levis nos advierten que mejor que sea así y que vivamos nuestra vida sin spoilers.