FESTIVAL DE SITGES

Sam Neill: "Si cuento algo de 'Jurassic world 3', me matan"

El veterano actor de 'La posesión', 'Calma total' y 'Parque Jurásico' ha visitado Sitges para recoger un Gran Premi Honorífic

Le pedimos a Sam Neil que nos cuente todo de Jurassic World 3

Le pedimos a Sam Neil que nos cuente todo de Jurassic World 3 / periodico

Juan Manuel Freire

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Nacido en Omagh (Irlanda del Norte) en 1947, Sam Neill se convirtió a finales de los 70 en actor capital de las nuevas olas neozelandesa y australiana. Pero su filmografía ha acabado reuniendo clásicos de los más diversos países, géneros y presupuestos, además de algunas series de culto. El sábado recogerá en Sitges un merecido Gran Premi Honorífic.

Es creencia popular que no existió industria del cine en Nueva Zelanda hasta los primeros 70. Fue entonces cuando usted empezó a actuar. ¿Cómo vivió esa época?

Mi carrera en la interpretación me pareció absurda al principio. Yo escribía y dirigía pequeños documentales. En Nueva Zelanda no se hacían películas de ficción desde hace setenta años. [El director] Roger Donaldson y [el guionista] Ian Mune me enviaron una carta pidiéndome que fuera el protagonista de 'Perros de presa'. Pensé que era un error, que era una carta escrita para otra persona. Pero hicimos la película, por poco dinero, y gracias a ella hice carrera en Australia y después otras partes del mundo. Fue algo bastante raro.

Ha trabajado con algunos de los mejores cineastas australianos, como Phillip Noyce, Gillian Armstrong, Fred Schepisi… Pero nunca con George Miller. ¿A qué están esperando para trabajar juntos?

Bueno, en realidad he trabajado con George. Cuando hice 'Calma total', él se encargó de la segunda unidad. Había dos barcos en la película. Por limitaciones de tiempo, se decidió tener a un segundo director que iría en el barco donde estaba yo. Billy [Zane] y Nicole [Kidman] estaban en el barco donde pasaban todas las cosas buenas. El mío se hundía, se subía encima un tiburón, me tenía que defender de él… George y yo estuvimos trabajando allí dos o tres semanas. Yo perdía la cabeza y no podía rescatar a mi esposa, etcétera. George dirigió todo eso. Pero por algún motivo muchas cosas quedaron fuera. La película se hacía demasiado larga. Era casi como otra película adicional. Pero puedo decir que he trabajado con George, en cierto sentido.

Usted eligió personalmente 'La posesión', de Zulawski, como la película protagonizada por Sam Neill que debía recuperarse en el festival. ¿Por qué esta en particular, más allá del hecho evidente de que es una obra maestra?

¡Es una obra maestra! (risas). Esa película siempre ha sido importante para mí. Cuando hicimos esta película, las reacciones fueron muy opuestas. Compitió por la Palma de Oro en Cannes. Isabelle Adjani recibió el premio a mejor actriz… En Francia la trataron con mucho respeto. En Inglaterra, sin embargo, fue prohibida y relegada al vídeo; nunca se vio allí en los cines. Si tienes que elegir una película de tu carrera para que se vea en Sitges, esta es perfecta. Aunque es una película de autor y arraigada en el realismo, sobre un matrimonio que se desintegra, también tiene todos estos elementos fantásticos algo delirantes. ¿Qué mejor lugar que Sitges para verla? No la he visto en cuarenta años y tengo ganas de hacerlo. Espero no estar terrible en ella.

Otra buena opción habría sido 'En la boca del miedo', de John Carpenter, poco vista en su día pero convertida en objeto de culto.

Es verdad. A veces, películas que haces y no tienen un gran éxito acaban teniendo su momento más adelanto. Otro ejemplo de esto sería 'Horizonte final', que parece haberse convertido también en película de culto y ahora va a ser, creo, una serie en Netflix o algo [será en Amazon]. Algunas películas tienen una segunda vida. Algunas mueren. Muchas merecen morir para siempre (risas). Pero me encanta que películas que sí me gustan, como 'En la boca del miedo', tengan esa segunda vida y la gente las revalúe.

¿Hay alguna otra película de su filmografía que crea que merece ser revaluada?

Hay algunas películas pequeñas de las que estoy orgulloso, y que me gustaría que fueran vistas por más gente. Hice una película en Nueva Zelanda llamada 'A la caza de los ñumanos', muy querida en mi país, de Taika Waititi. Tiene mucho humor y mucho corazón. También está 'Dean Spanley' [de Toa Fraser], en la que paso de hombre de iglesia a perro, lo que puede parecer extraño, pero fue un trabajo de interpretación interesante. 

"Algunas películas tienen una segunda vida. Algunas mueren. Muchas merecen morir para siempre"

Antes hablaba de series. Algunas también crecen de forma inesperada, como 'Peaky Blinders', en la que le vimos durante dos temporadas como el mejor poli de Irlanda del Norte.

De nuevo, fue algo que se coció a fuego lento. Y ahora se ha convertido en una especie de fenómeno mundial. Nunca sabes qué esperar de nada. Pero cuando leí el guion, a las veinte páginas llamé a mi agente y le dije: "Quiero hacer esto, es increíble". El personaje que me ofrecieron era un villano al que podía sacar mucho partido. Steven Knight es un escritor fantástico. Y el reparto era maravilloso, claro. Me encantó trabajar con Helen McCrory. Cillian Murphy es un buen amigo. Creo que Paul Anderson es fantástico. Fue realmente un proyecto especial.

Sin hacer mucho 'spoiler', ¿puede decirnos todo lo que su personaje Alan Grant va a decir y hacer en 'Jurassic world 3'?

Sí, puedo contárselo todo, pero después… ¿Ve aquel edificio de allí? Hay un francotirador colocado ahí. Lleva una camiseta que dice 'Universal'. ¡No, no, no voy a decir nada! [grita, como hablando con el emboscado]. Bueno, no quiero morir.

Además de hacer películas, trabaja bastante en su granja de Nueva Zelanda. ¿Cree que algún día estos mundos se unirán? 

Todavía hago algunos documentales. No hace mucho me tomé un año libre para navegar por el Pacífico y hacer una serie documental sobre el capitán James Cook y las ramificaciones de sus exploraciones oceánicas. Me gustan los documentales, tanto protagonizarlos como escribirlos. Y a menudo me preguntan: “¿Por qué no hace un documental sobre su granja? ¿O sobre sus viñedos? A la gente le interesaría”. Pero me gusta que ambas cosas estén separadas. Ese es mi otro mundo, y no creo que juntarlo con el profesional sea una buena idea.

¿Cree que por esta otra faceta suya le ficharon como granjero McGregor de 'Peter Rabbit'?

Esa es la película en la que peor lo he pasado. Tenía que llevar un traje especial para parecer más gordo y rodamos en Sídney en mitad del verano, a unos 43 grados de temperatura. Iba corriendo por ahí cazando conejos. Cuando cortábamos la escena, venía alguien y me refrigeraba instantáneamente a través de unos tubos que yo llevaba pegados a la espalda. De no ser por eso, ese rodaje me habría matado. El conejo me habría matado. Muero en la peli, de todos modos. Pero habría sido de verdad.