FESTIVAL DE SITGES

Javier Botet, el hombre detrás de mil monstruos

El actor experto en dar vida a criaturas fantásticas ha presentado la inclasificable 'Amigo', coescrita por él mismo

Javier Botet, entrevistado este lunes en Sitges

Javier Botet, entrevistado este lunes en Sitges / periodico

Juan Manuel Freire

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"Conoces más canciones de Crowded House de lo que piensas", decía hace unos años la campaña promocional de un recopilatorio del grupo de 'Don't dream it's over', canción que no, no era de Paul Young. Y algo parecido, pero aplicado al cine fantástico y de terror, podría decirse sobre Javier Botet: conoces más papeles suyos de lo que piensas.

En la última década y media, este ciudadrealeño ha sido el actor al que todos persiguen para convertir en criatura fantástica. Botet ha hecho de sus circunstancias médicas un valor diferencial: sufre del síndrome de Marfan, un trastorno genético que afecta al tejido conectivo del cuerpo y que en su caso ha resultado en una estatura de dos metros, una delgadez extrema y brazos y piernas más largos de lo habitual.

Aspirante al mundo del cine, sobre todo como guionista, a mediados de los dosmiles se recomendó a sí mismo al experto en efectos especiales de maquillaje Pedro Rodríguez. "Le dije: 'Mírame, soy ideal para componer criaturas'. Él supo apreciarlo enseguida: yo era una mínima expresión en la que se podían añadir cosas sin que se notara que algo sobra". Prepararon algo juntos y se lo ofrecieron a Brian Yuzna para 'Bajo aguas tranquilas'. El resto, como suele decirse, es historia. O, como dice Botet, "la bolita ha ido engordando, engordando y hasta ahora", cuando el festival de Sitges ha querido concederle una Màquina del Temps.

Colección de criaturas

Su lista de créditos impone, además de provocar el escalofrío. Botet empezó como Humanoide (de la citada 'Bajo aguas tranquilas') y fue después Niña Medeiros (de la saga '[Rec]'), Mamá (terrorífica, de 'Mamá'), Personaje de Pesadilla (en 'El renacido', aunque cortaron la escena), Basajaun ('El guardián invisible'), Hobo ('It'), KeyFace ('Insidious. La última llave') o Slender Man del filme homónimo, por citar unos pocos ejemplos. Solo Doug Jones, actor que es, dice nuestro entrevistado, "puro amor", y con el que mantiene una competición muy sana, se le puede comparar en su colección de criaturas.

Según Botet, actuar bajo capas y capas de maquillaje "es muy duro físicamente", pero al ver los resultados se le pasan todos los calores. "Lo que hace que todo valga la pena es ver después, en el monitor, lo que como espectador he visto siempre y he apreciado: tanta creatividad, el diseño, el trabajo de los actores, el actor dando vida a la criatura… Las criaturas son lo que se nos graba a fuego. Te puedes olvidar de la cara de muchos actores de 'La cosa', pero no se te olvida nunca la cabeza con las patas o el momento en que el perro se abre".

Otros Botet por explotar

"Me gustaría seguir haciendo terror, cine de género, toda la vida, pero de vez en cuando aprovecho y pillo otras oportunidades, si alguien me ve otro perfil". En Sitges hemos podido verle como galán romántico en 'Ventajas de viajar en tren' y figura tragicómica en 'Amigo', una peculiar historia de amistad coescrita por él mismo. En ella puede dar miedo, o ganas de llorar, o risa. "La película es medio thriller, medio drama… Deambula entre géneros. Pero desde el principio, los tres [Botet y sus coguionistas David Pareja, también compañero de reparto, y Óscar Martín, también director] tuvimos claros que íbamos a dejar miguitas para quienes conocen nuestro gusto por el humor. Queríamos que hubiese comedia oculta y de vez en cuando asomara. La película es todo un poco junto".