CRÍTICA DE LIBROS

'La peor parte': vivir para siempre en las palabras

Savater trasmite una gran ternura en esta intensa memoria sobre el duelo de su esposa Sara Torres

El escritor y filósofo Fernando Savater.

El escritor y filósofo Fernando Savater. / periodico

Domingo Rodenas de Moya

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Este es un libro de intensísimo duelo que trata sobre lo que mueve el mundo: la alegría de vivir. Es también una elegía muy hermosa (a Savater esto le da igual) y el registro de una desolación absoluta y sin paliativos, pero no deja de ser, quizá por encima de todo, un homenaje en carne viva a Sara Torres, su mujer, a la que un cáncer se llevó en 2015. Antes de eso Savater, como Montaigne, podría decir que no hacía nada sin alegría: su 'Diccionario filosófico' empezaba justo por esa palabra: alegría, que era para él la más importante de todas las que seguían. Y esa alegría vital tenía un nombre, el de Sara o Pelo Cohete, como él la llamó desde que la conoció y supo que ella y el deseo de vivir serían una misma sustancia.

Al final de sus memorias 'Mira por dónde' (2003) reveló cómo se había enamorado de ella y que, desde entonces, todo era «entrega, rendición y delirio». También le hacía una promesa que, de algún modo, viene a cumplir 'La peor parte': «Te seguiré hasta el fin de los veranos, pelo cohete». Porque estas memorias de amor son una manera de traerla de donde está, un imposible esfuerzo órfico por arrancarla de la lenta acción del olvido, no del suyo (para él no cabe el olvido) sino de los demás. Savater no se ha conformado con expulsar los venenos infinitos de dolor sino que ha construido una imagen perdurable de ella como solo cabe hacer: mediante la evocación vívida (e hiperbólica) de su talante y sus virtudes, tanto físicas como morales, tanto intelectuales como caracteriales (y los berrinches contra él no son sino un refuerzo de ese lado virtuoso). Como los poetas antiguos, que tras la muerte de su dama se conjuraban para hacer que a través de sus versos cayera el mundo rendido de amor por ella, Savater logra que el lector se vaya enamorando de ella y se sienta consternado ante el cruel destino de sus últimos meses. Y ese contagio solo es posible desactivando casi toda forma de pudor y manteniendo un prodigioso e imperceptible control de la escritura.

Dentro de los libros de duelo (recuerdo los emocionantes de Marcos Giralt Torrente y Julian Barnes), 'La peor parte' se distingue por su arrollador caudal de emociones y sentimientos, por la palpitación de las anécdotas que traen al presente lo que se fue, por la aflictiva ternura con que se envuelve a Pelo Cohete y, en fin, por la hondura con que Savater transmite la devastadora orfandad para siempre tras la última separación.

              

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