LOS DISCOS DE LA SEMANA

Crítica de 'Why me? Why not', de Liam Gallagher: polvo de estrellas después de Oasis

Liam Gallagher

Liam Gallagher

Jordi Bianciotto / Roger Roca / Juan Manuel Freire / Ignasi Fortuny

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Aunque las grandes canciones de Oasis llevaran la firma de Noel Gallagher, su hermano Liam ha acabado percatándose de que, cuando un grupo importante se rompe, quien tiene más números para capitalizar su estela es el cantante. Suyo es el instrumento primario, la voz, que siempre nos traerá a la memoria las glorias pasadas cuando escuchemos las canciones de estreno. Acogiéndose a ese feliz descubrimiento, Liam Gallagher pisa gas en su misión de sonar a Oasis sin ser Oasis.

‘Why me? Why not’ es su segundo disco en solitario, dos años después del meritorio debut ‘As you were’, en el que hizo saber al mundo que etiquetarlo a título crónico como el bocazas y el segundón era una injusticia que convenía reparar. Liam deja las aventuras sónicas y los intentos de renovación para su hermano (que juega con la electrónica y la psicodelia en sus álbumes con High Flying Byrds) y trata de entregar canciones que podamos situar en el carril mental del Oasis.

Es decir, temas, a su vez, que beben de las fuentes sagradas: The Kinks, The Who y los Stones, y el glam, y la excitación del más remoto rock and roll... y, por encima de todos, los Beatles tardíos, tanto los más asociados a Lennon (los títulos de dos dibujos suyos, ‘Why me’ y ‘Why not?’, construyen el de la canción central del álbum) como el menos divinizado McCartney. El álbum comienza pisando fuerte: ‘Shockwave’, rock cazurro con armónica humeante, zancadas a lo Gary Glitter, clamor tribal para encender la mecha en el estadio.

Diez años después

El álbum se va luego a otro extremo, a la perfumada ‘One of us’, evocando al acto la versión más envolvente de Oasis. Con causa: Liam se dirige ahí a Noel y le reprocha ese distanciamiento que dura ya diez años. “Haz como si no te acordaras, / dijiste que viviríamos para siempre” (alusión a ‘Live forever’). Hay nostalgia en la siguiente pieza, más suave todavía, ‘Once’, aunque todo apunta aquí a un episodio de romance.

Mirando hacia atrás con más serenidad que ira, Liam construye un notable álbum de factura clásica, firmando la composición con sus tres productores, tipos expertos en ‘hits’ (Greg Kurstin es el coautor de ‘Hello’, de Adele), en el que destila sus enseñanzas de siempre y transmite liberación y seguridad en sí mismo: hay que destacar el refrescante ajetreo de ‘Now that I’ve found you’, el frenético piano con ecos ‘honky tonk’ de ‘Halo’, y la contagiosa sencillez de ‘Be still’ y ‘Gone’.

Los experimentos, aunque con gaseosa, acompañan dos apreciables piezas de tono más grave, la propia ‘Why me? Why not’ y ese ‘Meadow’ con puntos de fuga hacia unos Beach Boys introspectivos. Y por encima de todo, está esa voz identificable en el acto, que hace de su aspecto desprendido una virtud, capaz de sonar a la vez altiva y cálida, y que nos susurra entre líneas: “después de todo, el alma de Oasis soy yo”.  JORDI BIANCIOTTO


OTROS DISCOS DE LA SEMANA

Tras la tibia recepción de 'Junk', Anthony Gonzalez se repliega en la melancolía y en la nostalgia por tecnologías pasadas en esta bella colección de instrumentales, tan deudora de las músicas de videojuego de los 80 y 90 como de Francis Lai o, por qué no decirlo, Mike Oldfield: ¿de quién bebe si no el clavicémbalo de 'Hell riders'? JUAN MANUEL FREIRE

Una figura pugilística, el ‘jab’ o directo de izquierda, inspira a esta luchadora banda barcelonesa en su ya séptimo disco, paso al frente en su definición de una música viscosa y robusta, que absorbe sabores fronterizos y country, y procesa la excitación del rock’n’roll con un depurado estilismo. Guantes de boxeo y tacto de seda. J. B.

El expianista de The Bad Plus, con el legendario trompetista Tom Harrell como solista, se propone un reto: explorar una vez más el material más trillado del jazz, los estándares y el blues. Y el resultado es vivo, singular, impregnado de swing, a la vez moderno y enraizado en la tradición. No es el qué, es el quién y el cómo. ROGER ROCA

Excéntrico e influyente como pocos, el rapero de Atlanta firma un álbum dinámico, versátil y completo con el que cumple a la perfección el título-propósito que lo anuncia. Un trabajo que muestra su yo, heterodoxo, a través de varios registros y acompañado de algunos de los nombres más destacados del momento. Uno de los discos del año. IGNASI FORTUNY