Así se ha visto la señal de Batman proyectada sobre el MNAC en Barcelona

La señal que Gotham City proyecta al cielo cada vez que necesita la ayuda de Batman, su justiciero, se ha visto desde las ocho de la tarde del sábado proyectada en la cúpula principal del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC). Para delicia de los numerosos fans del Hombre Murciélago allí congregados, y sorpresa de quienes por allí pasaban y no sabían qué ocurría, la Batseñal se ha podido ver en el edificio de Montjuïc hasta la medianoche.

En plena noche, Batman llega veloz en su Batmoto hasta el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), en Barcelona, bajo cuya impresionante Sala Oval había logrado camuflar la Batcueva. Era en el 2009, en las páginas de la trepidante historieta ‘Batman en Barcelona: El caballero del dragón’ (ECC), con guion de Mark Waid y dibujos del barcelonés Diego Olmos. Una década después, la capital catalana vuelve a sentirse Gotham City y el museo emplazado en la montaña de Montjuïc vuelve a ser escenario de cómic. Esta vez con la proyección en su fachada, sobre la cúpula en concreto, de la icónica Batseñal, el símbolo que tradicionalmente surca el cielo como llamada de auxilio para el Caballero Oscuro.

Se trata de una iniciativa enmarcada en el Batman Day, impulsado por DC Comics, la editorial estadounidense que vio nacer al personaje y que en el 80º aniversario del héroe murciélago despliega una red de actividades para celebrarlo.    

Además del MNAC, otros once escenarios de grandes ciudades de todo el mundo –París, Nueva York, Londres, Tokio, Roma, Los Ángeles, Sao Paulo, Melbourne, Berlín, Montreal y México- acogerán la proyección de la Batseñal en una acción coordinada que será accesible en tiempo real desde un mapa interactivo en batman80.com.

La primera aparición de la Batseñal fue en 1941, dos años después de la creación de Batman, que se había presentado a los lectores en mayo de 1939, en el número 27 de ‘Detective Comics’, con la historieta titulada ‘El caso de los magnates de la química’. La editorial de Bob Kane pidió al dibujante que pensara en un héroe que pudiera competir con el éxito de Superman, creado el año anterior. Kane rubricó una jugada maestra, pues firmó un contrato de por vida por el cual él y solo él figuraría en los créditos de Batman. En realidad la autoría del personaje y todo el universo que lo rodea correspondió mayoritariamente al brillante guionista Bill Finger, que vivió en la sombra del éxito de Kane y murió en 1974 en la pobreza y sin llegar a ver reconocido su papel como cocreador del Caballero Oscuro. Una injusticia que no se palió hasta los 90 con públicos homenajes póstumos.