REGRESO DE UN CLÁSICO

Lola Herrera vuelve a encontrarse con Menchu en 'Cinco horas con Mario'

La veterana actriz vuelve por cuarta vez a Barcelona con el clásico de Miguel Delibes, desde este jueves y hasta el 20 de octubre, en el Goya

Lola Herrera, en una imagen promocional de 'Cinco horas con Mario'

Lola Herrera, en una imagen promocional de 'Cinco horas con Mario' / periodico

Marta Cervera

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Nunca imaginó Lola Herrera (Valladolid, 1935) que el personaje de Carmen Sotillo protagonista de la novela  ‘Cinco horas con Mario’ marcaría tanto su vida. En 1979 interpretó por primera vez a esa mujer insatisfecha que reflexiona sobre su vida en el velatorio de su marido y sufrió una depresión. "Aquella obra hizo que me replanteara mi vida", recuerda la veterana actriz, que después retomó el rol de Menchu en diferentes ocasiones, siempre dirigida por Josefina Molina. A su 84 años regresa a Barcelona por cuarta vez con este aclamadísimo monólogo, en el Goya a partir de este jueves y hasta el 20 de octubre.

Tras cientos de funciones, Carmen Sotillo o Menchu, la protagonista, se ha convertido “en una amiga entrañable” a la que define como “una pobre desgraciada”. Una mujer marcada por su tiempo. “Tuvo la mala suerte de nacer en una dictadura, una poca en la que las mujeres no podían quedarse solteras.  Primero, porque no podían mantenerse ya que muy pocas trabajaban. Segundo, porque las solteronas acababan trabajando para toda la familia. Y Carmen, como muchas mujeres de entonces, se casó sin ganas. No le gustaba mucho Mario. Su vida era un desastre”.

Pura esencia

Si cuando la asumió por primera la obra la llevó a replantearse su vida, ahora disfruta de cada segundo con ella. “La obra se ha ido depurando con los años de manera natural. Ahora queda la esencia”. Ochenta intensos minutos en los que disfruta tanto de la palabra como de silencios elocuentes. 

Opina que cuando surgió la novela en 1966 el personaje se entendía muy bien. Pero cuando en plena transición se adaptó como monólogo para su estreno teatral, dirigido por Josefina Molina, no lo tuvo tan claro. “Sentí tanto atracción como rechazo por una mujer tan tremenda”, recuerda. Salvo compartir época y género, poco tenía ella que ver con aquella mujer a quien las plumas de la época denostaron. “Cuando se publicó el libro la veían como un monstruo, pero es Mario quien ha acabado siendo un petardo, con sus problemas y sus miedos. En realidad ambos son dos pobres personas víctimas de una época y de un entorno”. Los temas que aborda la pieza son universales: el amor, el desamor, la culpa, la envidia, las apariencias…". En el siglo XXI también existen Menchus solo que se venden o se encadenan por otras cosas. Ya no sueñan con un 600 sino con un fueraborda”.

Muchas mujeres lloran durante la función. “Dicen que es porque le recuerda a sus madres pero creo que a muchas la obra las hace reflexionar sobre su propia existencia, sobre lo que han desaprovechado o la repetición de lo que les gusta de su marido en sus hijos”.

La actriz ha aprovechado su contacto del martes con la prensa para salir al paso de rumores sobre su despedida de los escenarios y para aclarar que no es suyo “un panfleto mal escrito sobre Catalunya que circula por las redes". Salió por primera vez hace un año y este septiembre se lo han vuelto a adjudicar. “Yo nunca hablo de los políticos igual que ellos no hablan de teatro”, afirma la actriz, que no tiene perfil digital alguno. “Me parece una desfachatez y una cobardía utilizar mi nombre. Me gustaría saber quién lo ha hecho” .