ENTREVISTA

Dani de la Orden ('Litus'): "Intentas hacer algo bonito, dulce, y se te echan encima"

El director barcelonés adapta en 'Litus' la obra teatral homónima de Marta Buchaca, en la que ungrupo de amigos se reencuentra después del suicidio de uno de ellos

Dani de la Orden, fotografiado esta semana en Madrid

Dani de la Orden, fotografiado esta semana en Madrid / periodico

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Acaba de cumplir 30 años y ya puede presumir de ser un director de éxito gracias a la taquillera, ‘El mejor verano de mi vida’ y al fenómeno de la serie de Netflix ‘Élite’. Pero Dani de la Orden (Barcelona, 1989), además de ser un disciplinado director de encargo, también intenta sacar adelante historias más personales que de alguna manera se acercan a sus intereses tanto creativos como personales. Es el caso de ‘Litus’, la obra teatral de Marta Buchaca que ahora adapta a la pantalla con un reparto coral en el que encontramos a Quim Gutiérrez, Álex García, Belén Cuesta, Adrián Lastra, Miquel Fernández y Marta Nieto. Un grupo de amigos que se reencuentra después del suicidio de uno de ellos primero para afrontar juntos la pérdida, ydespués para sacar a relucir los trapos sucios del pasado.

¿Qué es lo que más le interesó de la obra de teatro de Marta Buchaca?

La vi en Barcelona hace siete años, acababa de rodar mi primera película, y estaba muy interesado en las historias de amor en las que se producían muchas interacciones. Se trataba de un relato sobre unos amigos que intentan aprender a abrirse emocionalmente y no pueden, o no saben cómo gestionar una despedida, y mucho menos, un suicidio. Me emocionó mucho y también me dejó muy tocado.

¿De qué manera quiso abordar la adaptación?

Yo quería que no se notase que procedía de una obra teatral. Por ejemplo, con respecto a los actores, siempre hay un constante movimiento de sets en la casa, una constante coreografía interna entre ellos, una especia de danza muy sutil. Después, no quería que la cámara fuera muy artificiosa, que la atención se centrara en ellos, que fueran los intérpretes los que generaran el movimiento de la cámara, no al revés. Y luego está la casa, que simbolizaba una especie de refugio al principio y poco a poco un lugar hostil del que no pueden escapar.

¿Quería seguir las convenciones de ese género de películas que giran en torno a una “reunión de amigos”?

Creo que ‘Litus’ no es solo una película de unos colegas que están hablando y que no va a ningún sitio. Aquí hay un hilo conductor muy concreto y eso hace que la narración no se pierda nunca. Además, hay una tensión, un misterio por resolver a través del tema de las cartas que deja el protagonista ausente (Litus) antes de morir a sus amigos. Eso le aportaba un elemento de intriga que me gustaba mucho.

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Litus' (2019)

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Litus' (2019) / periodico

¿Se siente cómodo con el término retrato generacional?

La expresión me viene grande, aunque entiendo que al final a la película la terminen calificando así. Un retrato generacional sería abarcar demasiado, pero sí que podíamos definirla como un retrato emocional sobre la gente que tiene alrededor de los 30 y los 40 años. Creo que tenemos una tendencia a esconder, a no decir, a dar a entender que todo está bien. Quizás porque, no sé en qué momento, primó que era mejor aparentar y decir que estabas de puta madre, aunque estuvieras jodido. Es un tema que está ahí pululando, al menos entre la gente que conozco. Me doy cuenta de que cada vez nos cuesta más abrirnos, hablarnos con sinceridad. Las emociones se han convertido en una cuestión de estrategia. ¿En qué momento nos hemos vuelto tan retorcidos?

La película también habla con bastante precisión sobre la inmadurez masculina. Los personajes femeninos tienen las cosas mucho más claras, mientras que los masculinos se encuentran estancados.

Te podría dar un máster de inmadurez masculina (bromea). Es que está ahí, la falta de madurez, la toxicidad y el egoísmo. Eran temas que quería poner sobre la mesa, pero sin juzgarlos ni recurrir a clichés. Por el ejemplo, es demasiado típico que el personaje inmaduro cambie gracia a que conozca a una chica que le da mil vueltas. Aquí no hay una transformación, quizás sí una evolución, aunque está claro que la mayoría de los personajes necesitan muchas horas de terapia.

¿Cree que la sociedad se ha vuelto cada vez más cínica y eso se ha trasladado a las películas?

Cuando intentas hacer algo bonito y cuco visualmente, con dulzura y corazón, se te echan encima. Da la sensación de que todo tiene que ser cínico, irónico o crudo. Todo eso está muy bien, a mí también me gusta Haneke, pero me da la sensación de que, si hoy viviera Frank Cappra, le habrían dado por todas partes.