La Puttanesca: un ciclo gratuito de filmes sobre problemáticas femeninas

La puttanesca es una popular salsa italiana a base de tomate, aceitunas y alcaparras a la que se le puede añadir un poco de picante. Pero hoy no hablaremos de gastronomía sino de un ciclo de cine gratuito al aire libre que recibe este nombre y que se celebrará en la plaza de Salvador Seguí (junto a la Filmoteca) desde hoy cada domingo por la noche hasta el 15 de septiembre. Todas las películas se proyectan a las 22 horas en versión original subtitulada en castellano y, en esta edición, se ha tratado de buscar filmes relacionados con las problemáticas femeninas.

La doble vida de una activista

Una buena muestra es la cinta que abre la selección esta noche, La mujer de la montaña. Es una interesante combinación de drama con elementos de intriga que procede de una cinematografía poco conocida como es la islandesa. La protagonista es una mujer madura que dirige un coro pero es, en secreto, una activista anónima que se dedica a derribar las torres de electricidad de una empresa extranjera por motivos ecológicos. Cuando recibe la noticia de que puede ir a buscar a una niña ucraniana que pidió en adopción años atrás, se replanteará su actitud.

Es un filme muy sorprendente que destaca por el trabajo de la protagonista (Halldora Geirharosdottir), ganadora del premio a la mejor actriz en Valladolid que interpreta un doble papel, ya que también encarna a su hermana gemela. Tiene elementos de intriga con largas persecuciones por la montaña para eludir a la policía y a los malditos drones. Y un trasfondo ecológico, ya que su plan consiste en hacer desistir a las multinacionales de que inviertan en su país porque lo ve como una manera de invadirlo y las hace responsables de la globalización y el calentamiento global.

Durante sus aventuras comprueba cómo los medios de comunicación, por medio de los tertulianos televisivos, manipulan y tergiversan su mensaje para hacer el juego al poder, algo que nos resulta bastante cercano. Es una heroína de la calle, una mujer con muchos recursos para enfrentarse a los problemas que encuentra en su camino, una especie de Zorro que lleva una doble vida y con la que resulta fácil identificarse.

Dos documentales a descubrir

El siguiente título (domingo, 1 de septiembre) es un irónico documental poco conocido que denuncia la violencia machista aplicada al ámbito del consumo, Fabricando mujeres. Es un filme colectivo vasco firmado por Paula Iglesias y Ana Serna que sigue los pasos de una simpática anciana, Maite, (Itziar Aizpuru) que recoge desechos para construir sus inventos creando propuestas innovadoras que generen productos libres de machismo. Los objetos, como una cinta transportadora, unos tacones, una Barbie o un chupete, los extrae de una cadena de montaje abandonada de una empresa cuyo cartel reza: Fábrica de mujeres. Este original proyecto incluye también una web interactiva (fabricandomujeres.org), resulta muy original y alerta de cómo se ha etiquetado históricamente a las mujeres y los productos que consumen así como intenta revertir la situación.

Otro reportaje será protagonista el domingo 8, Cuidar entre terres, producido por CooperAcció y La Directa, sobre la vida de las mujeres migrantes. Cuenta la historia de María, una interna que cuida las 24 horas del día a una anciana en Tarragona pero no se olvida de su padre, que vive al otro lado del Atlántico. Lucelly es la niñera de una pequeña de una familia de la ciudad mientras sus hijas viven en el campo. Luz Miriam lucha para defender el río Magdalena, donde pescaba y han instalado una presa, mientras está empleada como asistenta en un hogar. Son tres ejemplos de mujeres que han dejado su vida en el campo para sobrevivir en la ciudad mientras mantienen a sus familias y dejan su corazón en su localidad natal. Esta situación sirve para analizar las estructuras racistas y coloniales que subsisten entre España y América Latina.

La dolorosa crónica de la emigración

El ciclo finalizará con una cinta que data del año 2011 pero resulta más actual que nunca estos días. Se trata de la italiana Terraferma, un drama sobre la emigración de Emmanuele Crialese, tema también de su anterior película, Nuevo mundo. La acción está situada en una isla siciliana, donde una familia malvive de la pesca y de alquilar su casa a los turistas. Su vida cambia cuando el abuelo encuentra una patera con emigrantes africanos y decide ayudarlos. Entre ellos se encuentra una mujer africana a punto de dar a luz a la que acogerán.

Es una película de contrastes sobre cómo se recibe en el pueblo a los turistas y el trato muy diferente que se da a los emigrantes clandestinos. Incluso algunos vecinos intentan evitar por todos los medios que los turistas sepan que desembarcan allí, pretenden ocultar la realidad. Muestra las diferencias entre lo que los pescadores consideran “la ley del mar” (no dejar abandonados a los náufragos) con las leyes humanas (los pescadores no deben ayudar a los ilegales) y contrasta también la frialdad implacable de los carabineros frente a la solidaridad de algunos habitantes.

Cualquier parecido con los problemas actuales del Open Arms no es pura coincidencia, es la vida real. Y un dato estremecedor, la joven africana (Timnit T) que interpreta a la embarazada Sara no es una actriz profesional sino una mujer que pasó por una situación no igual, pero sí parecida. Cuatro filmes concienciados que pretenden cambiar el mundo o denunciar las injusticias que se cometen diariamente. Solo por eso ya valdría la pena descubrirlos.