QUÉ HACER HOY EN BARCELONA

'El cuento de las comadrejas': la comedia sorpresa del verano

mv5byzkxmmq4ztktzmzhyy00nzfmltk4ntitzge5zgnhndm3n2y0xkeyxkfqcgdeqxvyndk3otg1mw v1

mv5byzkxmmq4ztktzmzhyy00nzfmltk4ntitzge5zgnhndm3n2y0xkeyxkfqcgdeqxvyndk3otg1mw v1 / periodico

Eduardo de Vicente

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Uno de los pequeños milagros de este verano está siendo una divertida y muy irónica comedia argentino-española que, poco a poco, va consiguiendo seducir al público y se está convirtiendo en uno de los sleepers (éxitos inesperados) de la cartelera. Se trata de El cuento de las comadrejas, la nueva película de Juan José Campanella (El hijo de la novia, El secreto de sus ojos) que cuenta con un reparto integrado por excelentes actores veteranos como Graciela Borges (La ciénaga), Óscar Martínez (El ciudadano ilustre), Luis Brandoni (Mi obra maestra) y el luthier Marcos Mundstock (el narrador con la voz potente del grupo musical), además de los jóvenes Nicolás Francella (Corazón de león) y la española Clara Lago.

La protagonista es una veterana actriz que vive en su mansión recordando sus tiempos de gloria acompañada por su marido (un viejo actor que no acabó de triunfar), el director y el guionista que la ayudaron a triunfar, pero están en continuo enfrentamiento por los caprichos de la diva. No se llevan nada bien con ella, la soportan y la actriz también cree estar por encima de ellos. La llegada de dos ambiciosos jóvenes que tienen un plan secreto acabará por hacer que exploten sus diferencias.

Nueva versión de un clásico argentino

Es una divertida adaptación contemporánea que versiona una película argentina de 1976 (Los muchachos de antes no usaban arsénico) que protagonizó, entre otros, Narciso Ibáñez Menta, el padre de Chicho Ibáñez Serrador. Pero a los más cinéfilos también puede parecerles una parodia del clásico El crepúsculo de los dioses, ya que también trata de una antigua estrella que ha perdido el brillo pero que está desesperada por volver a ser famosa. Incluso tiene una sala de proyección privada, como Gloria Swanson, para recordar su época dorada.

Tiene una duración de algo más de dos horas no se hace nunca pesada ya que es muy irónica, con unos diálogos afilados, sarcásticos y de humor negro que te hacen sonreír, además de algunos giros inesperados. Su atractivo radica en el duelo entre un grupo de ancianos muy listos y dos jóvenes que tienen todos los ases en su mano para poder salirse con la suya. 

La dictadura, el billar y un dato importante

Aunque no es el tema principal también trata colateralemente la huella que dejó la dictadura en Argentina. Técnicamente se nota que es una película que ha sido muy pensada previamente. Tiene planos muy cuidados como uno en el que la actriz mantiene un diálogo mientras se proyectan imágenes de un filme suyo de joven. También destacan las increibles escenas de billar (algún truco deben haber utilizado, ¿no?) y el acento argentino de Clara Lago, aunque no es ninguna sorpresa ya que hizo algo similar en Al final del túnel.

Apuntamos finalmente una curiosidad importante para entender un gag recurrente del filme: la primera película que dirigió Campanella fue El niño que gritó Puta y sobre este título se hacen varias bromas que no comprenderemos si no conocemos previamente el dato. Un elogio de la vejez, la experiencia y de la inteligencia frente a la avaricia desmedida y sin escrúpulos de algunos jóvenes arribistas que los infravaloran. Resulta muy sencillo identificarse con ellos.