QUÉ HACER HOY EN BARCELONA

Una exposición repasa el trabajo de la chef Carme Ruscalleda

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Eduardo de Vicente

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Carme Ruscalleda. Simplemente con mencionar su nombre ya se nos hace la boca agua… pero si queremos conocer aún más a fondo su minucioso trabajo, su elaborada técnica y su apasionante historia lo mejor que podemos hacer es darnos una vuelta por el Palau Robert donde le han dedicado una completa exposición titulada L’essència del gust. Eso sí, es mejor que hayamos comido previamente porque, en caso contrario, somos capaces de devorar con la mirada alguna de las fotos de sus exquisitos platos.

La muestra se abre con una gran sala en la que podemos encontrar varios elementos. Por un lado, a nuestra izquierda se encuentra una especie de nevera con todo tipo de productos habituales de su cocina como embutidos, quesos o mermeladas (no hay peligro, son de atrezzo) y una mesa preparada para cuatro comensales mientras en una gran pantalla la cocinera repasa su vida.

Sus restaurantes y su vida año a año

A la derecha podemos ver la estructura de tres casitas de madera dedicadas a cada uno de los tres locales que marcaron su trayectoria: el restaurante Sant Pau de Sant Pol de Mar, su réplica en Tokio y el Moments del Hotel Mandarín. Allí encontraremos los dibujos originales de los escaparates del primero de estos establecimientos y una maqueta, documentales sobre los mismos y un especial protagonismo de Raúl Balam, su jefe de cocina. Lo más curioso es contemplar las máscaras de cabezudos de ambos que se encuentran en este espacio.

Al fondo hallaremos unas vitrinas que repasan su trayectoria año por año, desde 1988 hasta 2018, 30 años de detalles y recuerdos que nos ayudarán a descubrir su evolución. Desde los primeros menús, recetas o ¡una cuenta! hasta artículos de prensa, una carta de la Guía Michelin, el vestuario utilizado, su pregón de la fiesta mayor de Sant Pol de 1998 o libros. Entre las curiosidades también se encuentra la partitura de una sardana que escribieron para ella, una foto con el añorado Vázquez Montalbán, sus anuncios de productos, su gorro de cocinera, premios (el galardón del Micrófono de Oro que recibió, la Medalla de Oro de las Bellas Artes o la del Parlament), un dibujo de Ferreres de los chefs catalanes como si fueran un equipo de fútbol o una carta de Paul Bocusse.

Un documental y los detalles de sus menús

A continuación pasamos a una salita intermedia donde hay dos bancos para que podamos visionar el documental Un dia a la cuina del Sant Pau, que ilustra sobre el trabajo cotidiano en el establecimiento y, luego, pasar a otro gran espacio destinado a destapar los secretos de sus elaboraciones. Allí por medio de unos plafones se nos explican los productos que la han inspirado, su recetario o sus originales menús monotemáticos. En los laterales, en unas vitrinas se pueden ver sus morteros, ejemplos de sus menús y sus recetas con dibujos. 

Pero lo más sabroso está aún por llegar ya que se muestran unos paneles con fotos de algunas de sus inimitables creaciones gastronómicas centradas en temas concretos. Como el zodíaco (platos inspirados en los signos del horóscopo), la ópera, el cine (desde Titanic a El Padrino pasando por El mago de Oz, Charlie y la fábrica de chocolate, El silencio de los corderos Mujeres al borde de un ataque de nervios), los viajes (dedicados a diversas ciudades), el universo (un asteroide, un eclipse o Kripton, el entrante favorito de Lex Luthor), estilos pictóricos (cubismo, abstracto catalán o el surrealismo no ampurdanés) o las músicas (rock, country, rap, twist o cha-cha-cha). También hay tablas de quesos, diferentes tipos de pa amb tomàquet o de arroces.

En la despedida...

Para despedirnos, antes de marchar, podemos consultar diversos libros sobre ella (pero están dispuestos de manera que no nos los llevemos a casa), el Sant Pau o sus recetas y se proyecta una película sobre el cierre del restaurante y, lo más entrañable, una pequeña muestra de los dibujos de 40 niños que pintaron, a su manera, la fachada del local que la hizo famosa. Un completo viaje por la trayectoria de una creadora revolucionaria que ha sabido, a partir de la tradición catalana, dejar su sello en cada uno de sus platos y convertirlos en únicos. Una exposición que está… para comérsela.