VEHÍCULO DE CINE
Cinco momentos estelares del Ford Mustang, el coche salvaje
De 'Bullit' a 'John Wick' pasando por 'Death proof', el 'muscle car' por excelencia reina sin rival entre los automóviles cinematográficos
Quim Casas
Periodista y crítico de cine
Profesor de Comunicación Audiovisual en Universidad Pompeu Fabra y docente en ESCAC, FX, Cátedra de Cine de Valladolid y Museu del Cinema de Girona. Autor de diversos libros sobre David Lynch, David Cronenberg, Jim Jarmusch, Fritz Lang, John Ford y Clint Eastwood. Miembro del Comité de Selección del Festival de Cine de San Sebastián.
Quim Casas
El cine ha tenido muchos automóviles con carácter protagonista, pero ninguno como el Ford Mustang, el vehículo que solidificó la categoría de los 'muscle cars' o 'pony cars', coches diseñados en los años 60 y 70 (compactos, estilizados, de estilo deportivo, de dos puertas) que en el cine resultarían ideales para las secuencias de acción, persecución y carreras de resistencia gracias a la tracción trasera y, por regla general, el potente motor de ocho cilindros en uve. Ideado en 1962, tuvo un primer prototipo de la mano de John Najjar, diseñador y estilista jefe de la firma Ford durante cuatro décadas, y el concepto definitivo estuvo a cargo de Philip T. Clark, que dejó General Motors para irse a Ford. Chevrolet y Pontiac crearon en 1967 los modelos Camaro y Firebird, respectivamente, destinados a hacerle la competencia al Ford Mustang. Antes, en 1964, el Dodge Charger también fue lanzado para rivalizar con el Mustang, aunque este siempre ha sido el rey, de la misma manera que los 'mustangs' o caballos cimarrones de Estados Unidos fueron los reyes de las praderas. Estos son cinco de sus infinitos momentos estelares en el cine.
'Bullit' (1968)
La gran persecución cinematográfica. Prodigiosa, con Steve McQueen al volante de un Ford Mustang por las calles de San Francisco. Hiperrealista, creíble (McQueen conduce en la mayoría de los planos), epicentro de un 'thriller' abstracto en el que prima siempre la acción a la palabra. 50 años después del filme, Ford recreó el modelo Mustang Bullitt.
'Diamantes para la eternidad' (1971)
Sabido es que el vehículo predilecto de James Bond es el Aston Martin, pero cuando toca conducir por Las Vegas, el agente 007 encarnado aún por Sean Connery prefiere un Ford Mustang Match One lanzado ese mismo 1971. Eso sí, de un intenso color rojo.
'Drive' (2012)
El lacónico Ryan Gosling, a quien le fascinan tanto los automóviles como le fascinaban a Steve McQueen, es en este filme de Nicolas Winding Refn un conductor experto que trabaja para el cine y participa en atracos. En uno de los robos conduce un precioso Mustang GT de color negro. Otra sublimación cinematográfica de coche, asfalto y acción.
'Death proof' (2007)
Quentin Tarantino organizó un auténtico festival de coches y persecuciones en este 'exploit'. Uno de ellos es un Ford Mustang de 1972, igual al empleado en el filme 'Gone in 60 seconds' (el original de 1974, no el 'remake' del 2000 con Angelina Jolie y Nicolas Cage). Pero el Mustang de Tarantino, amarillo con rayas negras, es también un guiño a la indumentaria de Uma Thurman en 'Kill Bill'.
'John Wick' (2014)
Nada como un Mustang de 1969 para el arrollador personaje encarnado por Keanu Reeves, tan certero en la lucha cuerpo a cuerpo como al volante. En esta dimensión seca y expeditiva del cine de acción, el Ford Mustang vuelve a estar presente.
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