CRÍTICA DE DANZA

'Framing time': una investigación corporal en el Grec

Cesc Gelabert, en el espectáculo 'Framing Time' .

Cesc Gelabert, en el espectáculo 'Framing Time' . / periodico

Valèria Gaillard

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Baila solo, encerrado en su mundo de movimientos donde cada gesto significa. Cesc Gelabert lo dice sin tapujos: el escenario es su laboratorio, un espacio-tiempo en el que explora las combinaciones posibles de contorsiones, líneas y giros. En 'Framing Time' -que se pudo ver esta semana en el Festival Grec- su investigación ilustra la música de Morton Feldman, interpretada en directo al piano por Pedja Muzijevic. Se muestra como un deambular dispar, igual que la música minimalista que rehúye cualquier melodía. El coreógrafo se lanza a una concatenación de movimientos inconexos que van desde una contención gestual, reflexiva y reposada, hasta un progresivo descontrol de los miembros, acorde con las notas de repente aceleradas de las 'Triadic memories' (1981).

En esta rememoración, Gelabert -que a sus 66 años conserva su equilibrio y agilidad, su presencia- gasta su lenguaje coreográfico, pero le da una textura renovada. La disonancia de la partitura, con frases repetidas, encuentra su eco en el cuerpo del solista en cadencias retomadas y gestos como golpearse la palma o comerse los dedos… porque nada corporal es ajeno en su danza. Dialoga con el piano dispuesto sobre el escenario y también interactúa con este marco iluminado de bombillas desnudas. En un momento dado, aparece como Nosferatu: dibuja sombras alargadas y temibles detrás de una mampara. De hecho, la iluminación, diseñada por Burke Brown, es un elemento fundamental y añade otra dimensión al movimiento. 'Framing Time' plantea el mismo interrogante abierto que despierta la pintura abstracta en la cual se inspiró Feldman. 

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