Santcovsky, compositor catalán con alma zen

Fabià Santcovsky tiene una magnífica conexión con Japón desde que en el año 2015 quedara finalista del concurso de composición Toru Takemitsu con 'Cuadro de presencia'. Esta obra, que se estrenó en el Auditori dos años después le conectó con Kazushi Ono, quien le encargó la obra que este miércoles tanto ha gustado en Tokio. "Siempre me he sentido cercano a la cultura y literatura japonesas", reconoce Santcovsky, nacido en Barcelona hace 30 años de padres argentinos. Y esa conexión con Oriente le ha llevado a colaborar con una artista japonesa de teatro Noh, una cantante para quien escribió una obra para voz y violín que estrenó el año pasado. "No sé si tras esta gira se habrá acabado mi periodo japonés", bromea con esa voz tranquila que le caracteriza.

De momento, este miércoles, disfrutaba de la magnífica acogida de su obra para dos shiamens y orquesta homenaje a Casals. "Sabía que este era un gran reto. La obra tiene diferentes niveles de complejidad. Debía ajustarme al formato concierto, a dos instrumentos solistas procedentes de otra tradición musical. Quería introducir algo de improvisación y a la vez tenía que haber ese homenaje a Casals a través de una melodía tradicional pero con mi propio lenguaje, que es moderno", señala. Le gusta calificar su obra como un 'Cant dels ocells' al estilo Tàpies porque en él "la melodía está deconstruida, hay aspectos conceptuales, simbólicos e icónicos". Pero también está el aspecto literal pues en la obra se escuchan cantar pájaros. "El chelo toca muy agudo, trinando, y su canto evoca la melodía del 'Cant dels ocells'". 

Más allá de Japón, Europa también se interesa por el talento de Santcovsky. En febrero estrenará 'Rose der wind' una obra para orquesta en el festival de música contemporánea Eclat (Stuttgart). Y prepara una ópera para la bienal de Munich basada en una idea original suya que verá la luz en mayo del 2020.