'Uno para todos', solidaridad en el aula

En pleno julio algo se cuece en el colegio Sant Martí de Arenys de Munt. Hay jaleo en una de las aulas del primer piso, donde los niños repiten una y otra vez una de las secuencias. Entrar en fila y de forma ordenada en clase, sea ficción o realidad, nunca es una tarea fácil. «Un papel más como profesor y me dan el título», bromea David Verdaguer, protagonista absoluto de 'Uno para todos', el segundo largometraje de David Ilundian, director de 'B de Bárcenas', que se estrenará el año que viene. La cosa va de Davids.

Tras 'Lo dejo cuando quiera', el actor catalán repite como profesor –esta vez sin dar clases en la universidad ni vender drogas–, en una historia de superación que desde principios de mes se rueda entre el colegio Sant Martí de Arenys de Munt y diversas localizaciones de Catalunya y Aragón. «Todos tenemos un maestro o una maestra que nos ha marcado y es muy importante encontrarlo en el momento adecuado», recuerda. «Ser profesor me parece un trabajo dificilísimo. Es como ser un actor de teatro, pero con un público que no tiene ganas de escucharte», añade. 

Una historia real

En la película, Verdaguer interpreta a Aleix, un profesor catalán que destinan como interino a un pequeño pueblo de Aragón, Caspe. Cuando llega a su clase de sexto de primaria se da cuenta de que falta un alumno enfermo al que deberá reintegrar en el aula con mucha pedagogía e imaginación porque sus compañeros no quieren que vuelva. Esta es la sinopsis de 'Uno para todos', un largometraje inspirado en una historia real que Ilundain leyó por casualidad en la prensa. «A los pocos días me llamaron de la productora para comentar precisamente esta noticia. Cuando suceden estos golpes de instinto por los que crees que puede haber una historia, probablemente la hay», afirma el director, sin querer desvelar más detalles de la trama. 

Ese caso real del que parte el filme se ha llevado a la ficción para tratar temas como el compañerismo, la solidaridad y la necesidad de pedir perdón y aprender a perdonar. «Yo ya tenía experiencia trabajando con niños desde 'Estiu 1993', pero, claro, eran dos niñas pequeñas. Aquí se trata de una clase de 20 preadolescentes», explica el actor catalán. «Además, estamos rodando escenas de otoño en pleno verano». Verdaguer define 'Uno para todos' como una película que rehúye moralejas para centrarse en la importancia del grupo y recordar que en esta vida estamos de paso y debemos ayudarnos. «Es un filme que recuerda a los alumnos que los profesores tienen vida fuera de la clase y, a la vez, muestra a los niños que ante situaciones difíciles nos tenemos que apoyar».

Valores y educación

A diferencia del primer largometraje de Ilundain, 'B de Bárcenas', este sí que ha contado con subvenciones públicas e inversión privada. «Desde el principio esta ha sido una historia fácil de contar y ha tenido un recorrido estándar», reconoce. «Seguramente haré más películas que tengan trasfondo político, pero esta es una historia de valores, educación y relaciones humanas. Y, cuando aparece una historia como esta, no la podemos desaprovechar», añade. En esta producción también participan caras conocidas del teatro y la televisión como Clara Segura, Betsy Túrnez, Patricia López Arnaiz y Ana Labordeta.

Acabado el descanso, el cuerpo de actores vuelve al trabajo y niños y niñas se vuelven a ponerlas chaquetas porque la escena que están rodando ocurre en otoño. El resto deberá esperar hasta el año que viene, probablemente a la primavera, para ver el resultado de una película que promete estimular la reflexión sobre cómo nos han afectado las relaciones entre profesores y alumnos pero, sobre todo, sobre la importancia del compañerismo y la solidaridad.