LA CUENTA ATRÁS DEL SÓNAR

Vince Staples, rapero atlético y elástico en el Sónar

El prodigio californiano visita el Sónar el viernes 19 para exhibir su destreza vocal y variedad sonora

Vince Staples, en el Mad Cool de Madrid

Vince Staples, en el Mad Cool de Madrid / periodico

Juan Manuel Freire

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Eso del rap murmurado puede estar muy bien, abrir nuevas vías expresivas, pero alguien debe preservar las esencias más atléticas del género, su elogio de la verbosidad. Es algo en lo que ha destacado en los últimos tiempos Kendrick Lamar, seguido de cerca por un rapero con menor grado de fama, pero similares destreza y claridad en su entrega vocal. Hablamos de Vince Staples, quien animará Sónar de Noche (viernes, día 19, SonarPub, 1.20 h.) con su torrente de palabras incisivas sobre imposible variedad de ritmos.

Staples, además de atlético, es elástico. Pocos raperos hacen de cada lanzamiento un mundo en sí mismo, cambiando regularmente de carril sonoro con el máximo acierto y el mejor gusto. Su referente en este sentido es David Bowie. "Nunca ha habido solo dos clases de discos suyos", dijo en entrevista con 'Rolling Stone'. "Cada proyecto debe valerse por sí mismo. Cada uno ha de tener su propia identidad; siento que así es como debe ser".

Del minimalismo al rap-rock

El primer lanzamiento oficial de Staples, tras colaboraciones con el colectivo Odd Future y algunas mixtapes, llegó en el 2014. El 'epé' 'Hell can wait' giraba en torno a los peligros de la vida de pandillas, que él conoció de primera mano en su infancia. El sonido era variado, con guiños a trap y grime. En su debut largo del 2015, 'Summertime '06', reincidió en la temática callejera, apostando en la parte sonora por un minimalismo cedido en bandeja de plata por el productor I.D.

Este último repitió en el EP 'Prima donna' (2016), igual que DJ Dahi, pero aquí no se repetían trucos. Staples empezaba a desconcertar de la mejor manera, a ofrecernos lo que no sabíamos que queríamos de él. Había rap-rock, sonidos techno, filos industriales y un par de espaciosas pero nada relajantes producciones de James Blake. En aquel tema titular cargado de ansiedad, guiño barcelonés: "Voy a hacer como Wavves en el escenario del Primavera". Se refiere al desgraciado paso del indie rocker Nathan Williams, alias Wavves, por el Primavera Sound del 2009, una sucesión de catastróficas desdichas ahogadas en cerveza.

Reescribiendo las normas

En el descomunal 'Big fish theory' (2017), Staples salía del todo de la ortodoxia hip hop para buscar su mapa sonoro en las aguas de la más futurista música de baile. En la producción, nombres inesperados como Zack Sekoff, Jimmy EdgarJustin Vernon de Bon Iver, SOPHIE Flume, estos dos últimos en una 'Yeah right' que no se parecía a nada oído nunca. Si acaso, un poco al 'Yeezus' de Kanye West, como 'Big fish theory', un disco concebido para sacudir, provocar e inspirar.

Por comparación, el reciente 'FM!' es casi tímido: se trata de un claro homenaje a los sonidos rap clásicos de Los Ángeles. Pero Staples no sabe hacer discos convencionales, y este es un experimento de condensación (solo dura 22 minutos) en forma de falsa emisión de un programa de radio. De su paso por Sónar, en fin, solo se puede esperar lo inesperado.