CRÍTICA DE CINE

'Wild Rose', una vieja canción remozada

La actriz irlandesa Jessie Buckley lleva a cabo un trabajo extraordinario

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Wild Rose'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Wild Rose'. / periodico

Nando Salvà

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Puede que la premisa de 'Wild Rose' no sea muy original -su esqueleto es el arquetipo popularizado por 'Ha nacido una estrella'- pero el director Tom Harper otorga al relato un aire de imprevisibilidad añadiéndole elementos narrativos adicionales como las dificultades derivadas de ser madre soltera -y compaginar las ambiciones artísticas con las obligaciones familiares-, el desplazamiento geográfico y las disparidades de clase. Se trata de una película ajustada a los ritmos de un tipo de vida cotidiana marcada por apartamentos demasiado llenos y cuentas demasiado vacías, y en la que la vía de escape llega a través de una variedad de cautivadores números musicales que ilustran la increíble presencia de su protagonista sobre el escenario y la alegría que experimenta cada vez que actúa.

Es una mujer definida tanto por su talento como por su catálogo de imperfecciones y que, mientras trata de entender quién es y en quién debe convertirse, se ve sometida a una desgarradora serie de vaivenes físicos, emocionales, tonales y musicales. Tiene la mala costumbre de equivocarse una y otra vez pero, en cuanto abre la boca para cantar, uno se olvida inmediatamente de sus flaquezas. La irlandesa Jessie Buckley lleva a cabo un trabajo extraordinario en el papel, dotando de cohesión emocional un catálogo de actitudes e impulsos aparentemente contradictorios y dejando claro hasta qué punto la confianza arrogante y las paralizantes inseguridades de su protagonista se nutren mutuamente.