CRÓNICA
Nora Chipaumire, la complejidad del rugido
El torrente creativo de la artista africana, que cuestiona la hegemonía de los discursos blancos, llega a la Sala Hiroshima dentro del Festival Grec

Chipaumire, en la Sala Hiroshima. /
“Los artistas africanos no son una reserva, son vanguardia”. Nora Chipaumire repite esta frase hacia el final de su 'performance' '*N!GGA'. La vemos instalada en su pedestal, ataviada con casaca torera, corona, micrófono y un bate de béisbol. Su mirada es desafiante y su potencia indiscutible. La pieza es el final de una trilogía presentada como 'délicatesse' internacional del Festival Grec, junto a '#PUNK' y '100% POP'. Si en estas dos la artista de Nueva York nacida en Zimbabue se sumergía en dos fenómenos musicales de la cultura popular occidental, su rugido final despierta a un ejército de referencias cruzadas sobre esa idea que llamamos África solo para simplificar, como decía Kapuściński.
No se trata de danza, ni de música, ni de una instalación, sino de todo a la vez. La propia artista lo considera más que teatro, una especie de arte en vivo con la función de provocar, de establecer un dispositivo contra las convenciones de los espectadores. Desde su atalaya construida con cajas vacías de marcas de lujo, sus cantos rítmicos y repetitivos se mezclan con proclamas en múltiples idiomas, del francés a la lengua shona. La música se asienta en la rumba congoleña pero sus tentáculos llegan a Jamaica. Y todo este entramado gira alrededor de la potencia del bailarín Shamar Watt, que se mueve altivo y al mismo tiempo desorientado. Su fuerza física barre la escena sin que lleguemos a saber exactamente hacia donde nos conduce.
El baile como catarsis
El cuerpo africano funciona como metáfora a partir de la cual se desarrollan los significados de la pieza, una respuesta individual y al mismo tiempo simbólicamente colectiva contra la cultura colonial y racista que se ha proyectado sobre África. Incluso en la escenografía encaja cierta tendencia artística basada en materiales reutilizados, desafío al consumismo y su falta de lógica social. Una canción de Franco Luambo, rey de la rumba congoleña, conduce a un final de baile colectivo con el público, la música como integración. Una idea simple para cerrar un complejo encaje de significados, una buscada radicalidad que intenta construir alternativas que cuestionen nuestra totémica cultura blanca y occidental. “¡África está ahí!”, nos recuerda, con todo lo que eso significa.
- Pensionistas Esta será la edad para jubilarse a partir del 1 de enero de 2024
- Tailandia Se lo ofrecen “sin vigilancia” a Daniel Sancho y lo rechaza
- Seguridad La Policía Nacional enseña qué pulsar en tu móvil para llamar a emergencias sin que tu agresor se dé cuenta
- En la Metropolitana Nord Los médicos tildan de "racista" una orden de Salut contra los extranjeros que se tratan en Catalunya
- Pensiones La paga extra de Navidad llegará en 2023 con retraso a pensionistas y jubilados
- Editorial El elefante de la amnistía
- Trail Núria Picas vence al dolor en la Ultra Pirineu: "He estado en la miseria durante más de 7 horas"
- Ahora pasa al Senado La Cámara de Representantes de EEUU aprueba una ley que aplaza 45 días la parálisis presupuestaria
- Detenidos y heridos Lloret de Mar veta a una empresa británica de eventos por su vinculación con peleas en la calle
- Juego de azar millonario La Primitiva hoy: resultados y comprobar números premiados en el sorteo del sábado, 30 de septiembre del 2023, en directo