CRÓNICA

WASP, ecos de gloria en el Rock Fest

El grupo de Blackie Lawless recorrió con discreción su repertorio de clásicos de los 80, como 'L.O.V.E. machine' o 'I wanna be somebody'

Actuación de WASP en el Rock Fest

Actuación de WASP en el Rock Fest / periodico

Jordi Bianciotto

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La figura de Blackie Lawless y el simbolismo de unos temas que conservan un halo legendario entre los metaleros sustentan la actual versión de WASP, que compareció la madrugada de este viernes en el parque de Can Zam después de un King Diamond que había puesto alto el listón ejecutivo. Pase que comenzó con cierto nervio a través del clásico ‘On your knees’, seguido de su aparatosa pero vibrante versión de ‘The real me’, de The Who, y del ‘hit’ ‘L.O.V.E. machine’, tema cuyo videoclip de 1984 es todo un ‘must’ de la cosificación femenina.

Su repertorio, que miró sobre todo a los 80 y primeros 90 (con excepciones como la potable ‘Crazy’), les garantizó un enganche instantáneo con la afición, si bien Lawless lleva tiempo desgastado como cantante y ‘frontman’, vocalmente cubierto por sus compañeros y a medio gas. Quizá un festival no sea el mejor contexto para meterse en los ocho minutos largos de la balada redundante ‘The idol’, con épico solo de guitarra de Doug Blair, si bien ese tramo suministró un descanso al líder. El WASP más refrescante llegó con un descarado ‘I don’t need no doctor’, camino de fetiches como ‘Wild child’ y ‘I wanna be somebody’, todavía peleones tanto tiempo después de los años dorados.