NOVEDAD EDITORIAL

Domesticar al bárbaro

El periodista Rossend Domènech publica 'Els nous bàrbars', tres ensayos que alertan sobre nuestra relación con las nuevas tecnologías, la información y los alimentos

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Mauricio Bernal

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Según explica Rossend Domènech en su libro recientemente aparecido 'Els nous bàrbars' (Editorial Gregal), la irrupción del teléfono inteligente tiene tanta importancia en la evolución de la humanidad como la tuvo en su día la llegada de Colón a América, en tanto que ambos acontecimientos suponen la construcción de un nuevo mundo. "De la misma manera que las carabelas de Cristóbal Colón cambiaron los mapas y Europa dejó de ser el centro del planeta para convertirse en periferia, de la misma manera el móvil nos está cambiando totalmente el horizonte", sostiene el autor en conversación telefónica desde su residencia de Roma, donde escribe para este diario desde que el Papa era polaco. Luego compara el 'smartphone' con la imprenta, revolucionarios ambos. El denominador común de los tres ensayos divulgativos contenidos en 'Els nous bàrbars' es que hablan de una época de transformación, pero más que nada de las grandes incógnitas que están ahí, en la manera en que nos relacionamos con el mundo, reclamando ser resueltas. Es un toque de atención: hay que domesticar el cambio.

'Els nous bàrbars' habla de una época de transformación y de las incógnitas que plantea

Los tiempos son de avanzar hacia un lugar nuevo en muchos órdenes de las cosas, pero Domènech dirige su atención hacia tres realidades especialmente desafiantes: la manera en que empleamos las nuevas tecnologías, la manera en que nos informamos y la manera en que comemos (Domènech, subraya la solapa biográfica, "enseña temas agrícolas y de alimentación y es especialista en el cultivo de tomates autóctonos de todo el mundo", además de ser uno de los fundadores del Gruppo del Gusto, "que reúne a unos 110 corresponsales que escriben sobre agricultura y alimentación", datos que apuntan a una suerte de erudición que el libro no desmiente). Dicho en pocas palabras, el autor llama la atención sobre los derechos que pone en jaque el sencillo acto de llevar siempre encima un teléfono móvil; sobre la precarización del periodismo y el peligro que supone la manipulación de la información (los periodistas se han vuelto "inofensivos e intrascendentes", escribe), y sobre el riesgo para la salud derivado de una industria alimenticia sin escrúpulos y ávida de uniformización.

Configurar el móvil

"Son tres ensayos de divulgación –dice el autor–. Yo lo veo como un toque de alerta que dice, señores, si no hacemos algo, todo esto se nos comerá, se nos tragará, perderemos los derechos que teníamos, no comeremos de una manera saludable y no estaremos bien informados, y por lo tanto no podremos ejercer ese derecho a la crítica del capital y de la política que teníamos". Domènech explica que el toque de alerta "está dirigido a quienes tienen que ocuparse de estas cosas", pero también "al público en general, para que no se tome las innovaciones como simplemente juguetes que hacen la vida más fácil. Por ejemplo, hay que aprender a configurar el móvil. Pero no es nada nuevo. Los grandes cambios siempre han tenido que ser domesticados. Los tres ensayos tienen en común que invitan a aprender a navegar con los forasteros, con las innovaciones, con los bárbaros. Invitan a conocerlos".

"Los tres ensayos tienen en común que invitan a navegar con los forasteros, con las innovaciones, con los bárbaros"

Es decir que hay que educarse, dice Domènech. No asumir el cambio sin más, por mucho que brille como el oro. "Hay que enseñar estas cosas desde la escuela. Hay que enseñar a las nuevas generaciones, y a los padres y los abuelos de las nuevas generaciones, a someter de alguna manera la innovación. Si no se hace esto, si no se consigue esto, los ciudadanos estarán cada vez más a merced del que sabe más que ellos, y por tanto puede manipularlos”.

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