ALUD VERANIEGO DE MÚSICA EN DIRECTO

Una avalancha de festivales toma este julio los escenarios catalanes

Cuatro muestras, el Cruïlla, el Rock Fest, el Vida Festival y Canet Rock, coinciden esta semana como preludio de la temporada más intensa

Black Eyed Peas, en un concierto en Islandia, el pasado mes de junio

Black Eyed Peas, en un concierto en Islandia, el pasado mes de junio / periodico

Jordi Bianciotto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Entrado el verano, la música desborda a la misma música y cobra formas de evento social, con los festivales como expresión más rutilante. La abrumadora oferta de los escenarios catalanes, que crece año tras año, registra esta semana una avalancha de bienvenida con la coincidencia de cuatro marcas asentadas, Cruïlla, Rock Fest, Vida Festival y Canet Rock, así como el despertar estacional de las convocatorias ampurdanesas.

La capital catalana concentra dos grandes convocatorias, ambos desbordando los límites municipales. En el Fòrum, y con un pie, por tanto, en Sant Adrià, la 10ª edición del Cruïlla Barcelona, festival que el año pasado sumó a 57.000 asistentes, ofrece del 3 al 6 de julio un programa pop de amplias miras con figuras como Kylie Minogue, Black Eyed Peas, Bastille, Garbage y Love of Lesbian. Y remontando el Besòs y trepando hasta el parque de Can Zam, de Santa Coloma de Gramenet, el Rock Fest Barcelona (75.000 visitas en el 2018) plantará del día 4 al 7 la bandera del metal y el hard rock, situando en lo alto del cartel de su sexta edición a ZZ Top y Def Leppard.

Santuario ‘indie’ y pop catalán

Al sur, y sin movernos de este largo fin de semana, Vilanova i La Geltrú brinda un menú de distancias más cortas con el Vida Festival y reclamos del entorno pop e ‘indie’ como Madness, The Charlatans y José González. Un festival que tiene fijado su aforo en un máximo de 10.000 personas. Y al norte, ese fenómeno popular llamado Canet Rock, que el pasado febrero agotó sus 23.000 localidades sirviéndose de la música catalana, con ganchos como La Pegatina, Els Pets y La Casa Azul.

Para poner este mes de julio un poco más al rojo vivo si cabe, este año, por imperativos de la Fira de Barcelona, del día 18 al 20 aterriza el Sónar, tradicionalmente asentado en junio. Oferta con pilares en la electrónica y la música urbana (de Underworld a A$AP Rocky). No habrá, en cambio, regreso del Doctor Music Festival, cancelado días atrás tras no cuajar el salto de Escalarre a Montmeló.

Los festivales ‘boutique’

En paralelo fluirá otro tipo de festivales, los de ciclo, de formato más pequeño y aura exclusiva. En la misma Barcelona, el Festival Jardins de Pedralbes, ya en marcha desde hace unas semanas, ofrece este sábado a una leyenda electrónica como es Kraftwerk, camino de presencias del calado de Gilberto Gil, The Beach Boys o Juanes. Programación que se solapa con la del Grec, con reclamos como Toquinho con Sílvia Pérez Cruz, Niño de Elche o Chick Corea.

Y fuera de Barcelona, otra realidad vive en el Empordà. Arrancan estos días Peralada (con figuras como Charlotte Gainsbourg, Paul Anka o Pink Martini) y Sons del Món, en Roses y Castelló d’Empúries (Luz Casal, Texas, Boney M). Y la semana que viene le corresponderá a Cap Roig, con astros como Maluma, Sting y Ben Harper, y a Porta Ferrada, que programa a Patti Smith, New Order y una Joan Baez que, en las fechas finales de su gira de despedida, repetirá en Jardins Terramar (Sitges).

Es la apoteosis del ‘festival boutique’, modelo inspirador de otras iniciativas en el litoral catalán: de Pineda de Mar, con Arts d’Estiu (Ana Belén, Luis Fonsi, Diego el Cigala) al Festival de Cambrils (Fangoria, Sau30, Rosario). Citas multitudinarias o minimalistas, cada una de ellas propone su manera de vivir la música convirtiéndola en experiencia.