LO QUE NO SABÍAS DE...

Las curiosas anécdotas de 'Toy Story 4', la nueva joya de Disney-Pixar

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Eduardo de Vicente

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Por fin llega a las pantallas la cuarta entrega de la saga Toy Story y, aunque no ha recibido los desmedidos elogios del último capítulo, sí que ha convencido en general a la crítica. Woody, Buzz y el resto de juguetes son ahora propiedad de la pequeña Bonnie que acaba de empezar a ir al parvulario. El primer día de clase crea en una manualidad a Furky, un muñeco compuesto por un tenedor y otros elementos y se siente más segura con él. Pero desaparecerá y Woody irá en su busca mientras tropieza con su antigua amiga, la pastora a la que había perdido la pista.

Este capítulo combina elementos que ya habían funcionado muy bien en la serie como el humor, las aventuras y la sensibilidad. Su principal innovación es que, en esta ocasión, le suma una historia de amor. Introduce también un concepto nuevo, el del juguete perdido, sin amo. Unos están tristes por no tener un niño a quien acompañar pero otros son felices porque así son más libres. Y, como de costumbre, el rodaje de una ambiciosa producción como ésta contiene múltiples curiosidades.

-Casi un cuarto de siglo. Hace ya 24 años que se estrenó el primer Toy Story (en 1995), 20 años desde la segunda parte y 9 después de la tercera. ¡Cómo pasa el tiempo!

-¿Y el corto? Es la primera película de Pixar que no va precedida de un corto. Estos pequeños filmes, casi siempre, acababan siendo, como mínimo, nominados al Oscar.

-Un reparto famoso. Además de las voces ya habituales, en la versión original, de Tom Hanks (Woody) y Tim Allen (Buzz Lightyear), el doblaje cuenta con otras estrellas como Keanu Reeves (el motorista canadiense Duke Caboom), la Mad Men Christina Hendricks (Gabby Gabby), el director de Nosotros Jordan Peele (el peluche Bunny), Mel Brooks (Melephant Brooks), el Bond Timothy Dalton (el señor Pricklepants) o la veterana Carol Burnett (Chairol Burnett).

-Rompiendo una norma. Cada película de Toy Story dura exactamente 11 minutos más que la anterior: 81, 92 y 103. Así esta cuarta debería tener un metraje de 114 minutos (no es tan extraño en Pixar) pero, al final se ha quedado en 100.

-Una idea reciclada. En las primeras versiones del guion Woody era un muñeco de ventrílocuo. Finalmente se abandonó esta idea, pero se recuperó para crear a los villanos más inquietantes de esta entrega.

-Una coincidencia algo extraña. Antes de leer el guion, Christina Hendricks le explicó al director que, cuando era niña, prefería jugar con títeres ventrílocuos que con muñecas. Más tarde descubriría que su personaje era el de una muñeca que dirige a los perversos muñecos de ventriloquía.

-Furky Lightyear. Muchos fans han querido ver similitudes entre la primera y la cuarta parte centradas en los personajes de Buzz Lightyear y Furky, ya que ambos se incorporan a un entorno desconocido y no creen que sean juguetes. Buzz cree que es real y Furky no tiene conciencia de en qué lo ha convertido la niña.   

-Un personaje ¿original? Otro detalle que no se les ha pasado por alto a los fans de los cómics es la similitud entre uno de los nuevos personajes, la muñequita McRisas, con la Lucy de Charlie Brown.

-¿El final? Teóricamente, debería ser el fin de esta serie, pero nunca se sabe. También la tercera parte se vendió como la última. De todas formas, Tom Hanks (Woody) y Tim Allen (Buzz) aseguran que se pusieron a llorar como magdalenas cuando grabaron su última frase.

-El homenaje. El filme está dedicado al actor Don Rickles, que fue la voz de mister Potato en las otras tres películas y que falleció en el 2017. La familia contactó con los productores para decirles que si podían aprovechar las grabaciones anteriores lo hicieran. El caso es que no solo se usaron sus doblajes anteriores, también se emplearon las frases que había grabado para videojuegos, parques temáticos, etcétera y finalmente, Rickles vuelve a ser la voz de Potato.

-No hay que irse antes de tiempo. Atención, porque durante los créditos finales hay varias escenas adicionales antes de que salgan las letras blancas en fondo negro. Y al final final de todo hay un pequeño gag sobre la animación de la careta de Pixar.