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La fuga de joyas del cómic 'underground' dispara las alarmas en la Generalitat

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Anna Abella

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Este miércoles, el cómic ‘underground’ conquistará una de las salas del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC)en colaboración con Ficomic se inaugura la exposición ‘El Víbora, comix contracultural’, que rendirá homenaje y conmemorará los 40 años del nacimiento de la icónica revista barcelonesa a la que dieron vida en 1979 autores como Max, el tándem Miguel Gallardo y Juan Mediavilla. También otros dibujantes o guionistas: Nazario, Onliyú, Montesol. Pero muchos originales y archivos de estos últimos, así como de los hermanos Farriol (Pepichek y Farry), han emprendido ya el camino de Santander tras su compra por una prestigiosa institución privada, el Archivo Lafuente, que también ha iniciado conversaciones para hacer lo propio con otro creador del grupo, Mariscal, según confirma Juan Antonio González Fuentes, coordinador general de este archivo, que añade que no hay contactos con más autores y que no está en sus planes adquirir nuevos fondos de cómic. 

Preocupa, y mucho, afirma la directora general de Patrimoni, Elsa Ibar, desde la Generalitat catalana, esta fuga de fondos de autores capitales del cómix barcelonés, como el ‘underground’ denominaba al cómic, sobre todo días después de que la inauguración del Museo del Cómic de Sant Cugat, gracias a la iniciativa privada, pusiera en evidencia la eterna parálisis del proyecto público del centro de la CACI de Badalona. Ante esta pérdida patrimonial poco puede hacerse ya pero desde el Govern se ha activado la alarma. "Nos pondremos en contacto con Mariscal, que sabemos que está en tratos con el Archivo Lafuente, y también con Nazario para ver si una parte de sus fondos puede quedarse en Catalunya. Aunque tenemos una limitación en cuestión de dinero veremos qué podemos ofrecer y qué pueden pedirnos". Sin embargo, añade Ibar, "nosotros podemos hacer acciones proactivas pero la última palabra es de los propietarios y prima la voluntad de cada autor".

Políticas de adquisición

Recuerda la directora de Patrimoni que desde la Generalitat se están marcando unas políticas de adquisición "más allá de la compra, con daciones y donaciones", y que museos como el MNAC tienen una línea clara de compra y adquisición, como explicaba a este diario su director, Pepe Serra, quien precisamente este miércoles, en el marco de la inauguración de la exposición de ‘El Víbora’, y siguiendo su apuesta por la historieta, revelará la incorporación a la colección de una pieza del cómic ‘underground’ barcelonés. 

En la Generalitat aún "duelen" casos como el del archivo del arquitecto barcelonés José Antonio Coderch, adquirido por el Reina Sofía, o el del fotógrafo Agustí Centelles, comprado por el Ministerio de Cultura. En el ‘caso Lafuente’, admite Ibar, "nos faltan mecanismos para detectar en qué momento despierta en los artistas la voluntad de hacer estos movimientos", para poder reaccionar si se considera necesario, y lamenta "no poder entrar en el juego de quién paga más". "Siempre habrá quien tenga más dinero que nosotros. Pero aunque tengamos pocos recursos, los estamos potenciando y es prioritario para la Generalitat tener partidas para adquisición de patrimonio", asegura.  

También lamentan desde el Ayuntamiento de Barcelona que no se quede en la ciudad este patrimonio, que según fuentes del consistorio, en ningún momento se les ha ofrecido. "Aunque los recursos municipales son limitados, siempre que hemos tenido delante una oferta de este tipo y una oportunidad de compra hemos valorado la calidad de la obra y su interés público, estudiando si es justificable la inversión porque no podemos permitirnos dilapidar fondos públicos y pagar cifras desorbitadas", explican las mismas fuentes, que aseguran que sí hay interés por parte del ayuntamiento en mantenerlos aquí y recuerdan que en el 2002 La Virreina acogió una gran retrospectiva sobre Nazario.   

Catalogar, digitalizar y difundir

Según la directora de Patrimoni, "no solo se trata de guardar este tipo de fondos sino de catalogarlo, digitalizarlo, conservarlo y difundirlo, con exposiciones, catálogos o cualquier fórmula de promoción, para que el patrimonio continúe vivo", directrices que también aplica escrupulosamente el Archivo Lafuente, con quien están abiertos a organizar muestras con fondos suyos. 

De hecho, como avanza González Fuentes, ya colaboran cara a octubre, en una exposición de diseño catalán en el Palau Robert con obra del diseñador argentino America Sánchez. Y es que la reciente adquisición de más de 5.000 documentos del ‘underground’ barcelonés (que incluye fotos, carteles, originales, revistas, cómics cartas, folletos, invitaciones impresas…) es la primera de cómic realizada por el Archivo Lafuente, probablemente el mejor archivo privado del país en vanguardias de entreguerras, que desde el 2009 ha logrado una colección de hasta 120.000 documentos (cartas, fotos, libros, revistas…) y 3.000 obras de arte (pintura, escultura…) desde finales del XIX hasta los años 80, provenientes de Latinoamérica, Europa, Estados Unidos y España. Hace un año llegaron a un acuerdo de colaboración con el Museo Reina Sofía de Madrid creando en Santander un espacio expositivo compartido.

Todo se debe a la voluntad y sueño personal del empresario cántabro, aunque nacido en Galicia, José María Lafuente (1957), dueño de un grupo empresarial lácteo y coleccionista de pro. “Tiene un olfato o un sexto sentido para las piezas o áreas por descubrir pero que están llamadas a tener interés en los próximos años”, señala el coordinador del archivo. A eso se suma su interés "por la visión revisionista de la transición desde el punto de vista político y cultural y por la expresión artística más oculta de finales de los 70, antes de la muerte de Franco. Le interesa la contracultura, no la cultura oficial de la época, y en eso fue esencial Barcelona y el ecosistema del cómic ‘underground’".

Ceesepe, el primero

Lafuente contactó primero con Ceesepe, con cuyas obras nutre la exposición que hasta el 22 de septiembre acoge en Madrid La Casa Encendida. Fue el dibujante, fallecido el pasado septiembre, quien le puso en la pista de su etapa barcelonesa, compartida entre otros con Nazario y Mariscal, con quienes el empresario y coleccionista ha tratado en persona desplazándose a Barcelona para estudiar el material, entre el que también ha adquirido, vía Pepe Ribas, parte del fondo de la revista ‘Ajoblanco’. 

Hablando en nombre de Lafuente, el coordinador del archivo opina que "retener un material no es un problema concreto de Catalunya sino que se da en cualquier lugar de España porque hay instituciones públicas que a menudo no saben qué hacer con él, o no tienen infraestructura o presupuesto para conservarlo o no saben cómo enfrentarse a un medio como el cómic y sí saben hacerlo ante un ‘picasso’. O no saben conceptuarlo o tratarlo como arte o como expresión artística o como la parte importante del patrimonio que es. Es también una asignatura pendiente para el público en general".