INICIATIVA PRIVADA

El público aplaude el nuevo Museu del Còmic de Sant Cugat

El centro abre sus puertas ante la expectación de los visitantes, que critican la falta de compromiso de las instituciones públicas con la historieta

Visitantes en el Museu del Còmic de Sant Cugat

Visitantes en el Museu del Còmic de Sant Cugat / periodico

Natàlia Queralt

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“Muchas generaciones empezamos a descubrir el mundo con el 'TBO'. Al final de cada revista la familia Ulises viajaba a un lugar distinto. Yo me acuerdo de haber leído ‘La familia Ulises se va a Sebastopol y pensar, ¿dónde esta esto?”.Lo explica Blanca Font, de 67 años, una de las primeras visitantes del recién inaugurado Museo del Cómic, en Sant Cugat del Vallès, que este sábado ha abierto sus puertas al público. “Leer estos cómics despertó mi curiosidad por los sitos lejanos y sí, acabé viajando a Sebastopol, en la península rusa de Crimea”, añade. Originaria de La Faterella, en la provincia de Tarragona, pero residente desde hace años en Sant Cugat, Font fotografía las portadas expuestas para inmortalizar aquellas historietas que leyó de pequeña. Un ejercicio de nostalgia que repiten con entusiasmo la mayoría de los visitantes, que no se han querido perder una jornada especial para los aficionados del cómic y de la cultura.

El Museu del Còmic, el primero de Catalunya dedicado a la historieta, se convirtió el jueves 13 de junio en una realidad gracias al esfuerzo y a la ilusión de Paco Baena, José Luis Villanueva y Josep Maria Delhom, coleccionistas y amantes del cómic que han llevado a cabo esta iniciativa privada, que no cuenta con subvenciones ni con ayudas. Además, han cedido al fondo del museo los 2.000 originales y las más de 15.000 publicaciones de sus colecciones para el deleite de los visitantes. Un proyecto que puso la directa, ante la eternización del museo del cómic de Badalona que tanto la Generalitat como el ayuntamiento de dicha población han dejado prácticamente en vía muerta.

Entre los curiosos y los aficionados al cómic que decidieron acercarse al museo durante el día de ayer estaban Assumpció Guillamón y Josep Ramon Salvadó, quienes vinieron desde Lleida. “Nos enteramos de la apertura por las noticias y no nos lo hemos querido perder, ya que ambos somos fans de la historieta. ¡Aquí está toda nuestra infancia!”, afirma Guillamón. “Además, nuestro hijo estudia arquitectura en Sant Cugat y aprovecharemos para comer con él. Pero, la razón principal de nuestra visita es el museo”, asegura.

Preservación de la memoria

Durante la jornada el goteo de visitantes, la mayoría amantes del cómic, ha sido continuo. Eso sí, todos coinciden en una reivindicación: la necesidad de recuperar el compromiso de las instituciones públicas con la historieta. “Esta iniciativa merece toda mi admiración porque es un ejercicio de preservación y recuperación de la historia y la memoria, pero esto no exime a las instituciones públicas de sus responsabilidades”, apunta Xavier Raventós, aficionado del cómic de 57 años, quien se ha acercado desde Barcelona con motivo de la apertura.

Antes de marcharse, una pareja de visitantes comentan en la taquilla lo mucho que les ha gustado. José Luis Villanueva responde con una sonrisa de satisfacción, la del trabajo bien hecho. 

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