ENTREVISTA

Miguel Poveda, de Bufalà al Real Club de Polo

El cantaor catalán presenta un doble disco con el que celebra 30 años en la música

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Luis Troquel

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Cualquier concierto de Miguel Poveda es de por sí digno de atención mediática. Si presenta un nuevo trabajo, aún más. Y si son dos los discos que paralelamente ha grabado para celebrar sus 30 años cantando, la expectación se multiplica. Pero hay algo que otorga todavía mayor singularidad a su cita este viernes en el recién estrenado Caixabank Polo Music Festival. Además de su flamenco, sus coplas y sus adaptaciones literarias, gran parte del repertorio estará dedicado a su más temprana memoria musical. La vieja banda sonora del barrio badalonés de Bufalá asaltará con honores el Real Club de Polo de Barcelona.

‘El tiempo pasa volando’. Así es como ha titulado estos dos discos que conjuntamente publicó a finales del pasado año. "La sensación que tengo de querer hacer tantas cosas y de sentirme tan joven por dentro me hace sentir vértigo al pensar que ha transcurrido tanto tiempo", afirma Poveda. "Mi cabeza con 20 años no era la misma que ahora con 46. Cuando eres joven no tienes ningún respeto al tiempo, en cambio ahora lo valoro mucho más. Quiero que la gente también tome conciencia del valor que tiene, que no lo pierda en banalidades y lo dedique a lo que realmente importa: la familia, las cosas que más quieres hacer…".

Año prolífico

En consonancia con dicha actitud, el 2018 no solo publicó ese doble volumen, meses antes editaba también ‘Enlorquecido’; su puesta de largo como compositor y acto de amor a Federico García Lorca. "Mi idea era hacer una trilogía y sacarlos todos a la vez". Aunque no esperó muchos meses para publicar ‘El tiempo pasa volando’: un disco de ‘autobiográficas’ versiones y otro de flamenco en el que afronta algunos palos que nunca había grabado. "Este lo hicimos casi como si fuera en directo, en muy pocos días". Cantes tradicionales salpicados de letras nuevas. Suyas y del dramaturgo Alberto Conejero.  

"¡Es verdad! Todas son piezas de artistas gitanos, no había caído. Pues benditos gitanos, ¿no?"

Cuando se habla de la transición y la primera democracia siempre se ilustra con cantautores y new wave. Sin embargo, lo que más sonaba en barrios como Bufalá eran las canciones de Tijeritas, Chichos, Chunguitos, Chiquetete, Manzanita, Parrita, Bambino, El Luis, Zíngaro, Lole y Manuel, etcétera. Al decirle que todas las piezas que recrea en este disco eran de artistas gitanos empieza a hacer memoria, enumera unos cuantos y responde: "¡Es verdad! Todos... No había caído. Pues benditos gitanos, ¿no? Y bendito todo ese repertorio que tanto nos ha emocionado".

Las primeras melodías que le enamoraron de niño. "Me han abierto las puertas de mis recuerdos. Con ellas he podido oler de nuevo el cuarto de mis padres donde estaba el tocadiscos, mi propia habitación donde tenía mi radiocasete, el mueble escritorio donde guardaba mis cintas…". Cuando ni siquiera sabía de la existencia del distinguido Club de Polo al otro lado de la gran ciudad.