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'Cuando el amor no tenía nombre': cinco relatos positivos de amor homosexual

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Eduardo de Vicente

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La homosexualidad hace ya tiempo que ha dejado de ser un tema tabú y mucho más en una ciudad como Barcelona, abierta, plural y de acogida. Pero si retrocedemos un siglo atrás, la situación de la gente que quería a alguien de su mismo sexo era muy complicada. No tenían demasiados referentes ni cinematográficos ni literarios en los que reflejarse, no sabían cómo debían comportarse, ni siquiera sabían cómo se llamaba su amor. De todo ello habla un emocionante libro que hoy se presenta en Barcelona (Antinous, 19 horas), Cuando el amor no tenía nombre, que ha sido escrito por el murciano Jan J. Martí, y que cuenta con un prólogo de La Prohibida.

Una persentación con tres temas

En este encuentro con los lectores, el autor explicará el origen de esta novela dividida en cinco capítulos inspirados por diversas fotos vintage y, a partir de las cuales, imaginó las diversas historias que componen el libro. Martí hablará de la capacidad evocadora de las fotografías antiguas, que son capaces de transportarnos a otro momento y a otro lugar. El escritor explica: ”Era un gran coleccionista de fotos que mostraban a dos hombres en actitud cariñosa y siempre me pregunté cómo era posible que alguien los hubiera fotografiado así, si parecía imposible cuando no se tenía conciencia de que existía un amor homosexual... Un día, cansado de hacerme esas preguntas, decidí inventarme sus historias tomando todos los elementos y construyendo una historia que posiblemente nos ocultaron, porque si existían esas fotografías quedaba demostrado que hubo hombres que se amaron aunque sus historias no nos hayan llegado, por eso lo llamo arqueología emocional".

Jan J. Martí también hará una reivindicación del género romántico, tan menospreciado. “Con estos relatos he intentado huir de la cursilería y dignificarlo como el género que ha dado tantas grandes obras a la literatura, desde Anna Karenina a Madame Bovary, pero usando parámetros distintos, porque una relación entre dos hombres (prohibida, oculta, reprimida...) no podía ser igual de ningún modo a una relación heterosexual. Pero nunca quise centrarme en las calamidades porque quería que fueran historias optimistas que dieran esperanza, huyendo de un discurso que durante décadas los homosexuales vimos en el cine, la tele o la literatura, un discurso terrible y desolador que cuando éramos pequeños nos caló hondo y dejó la sensación de que era imposible tener una relación satisfactoria y plena con otro hombre”.

El tercer aspecto que piensa introducir en esta presentación se centra en “los paralelismos de esas historias con la situación actual, el peligro real de retroceder en derechos y la necesidad de no olvidar y tener memoria”. Y dará una sorpresa a sus seguidores ya que anunciará la próxima publicación del segundo volumen que saldrá antes de Navidad, para convertirlo en lo que define como “los diez mandamientos del amor marica porque cada relato tiene un tema principal que lo vertebra”.

Los cinco capítulos del libro

El primer capítulo, Paolo y Luca, se centra en un joven italiano que rememora en una carta a su hermana su difícil adolescencia en los años 20, en el norte de Italia, viviendo con su tío, un repulsivo sacerdote y cómo su amistad con un chico le salva del infierno en el que vive. El trucha y el gitano está ambientado en el barrio chino barcelonés de los 50 y narra la relación a lo largo de los años de dos jóvenes que inician una relación amorosa que será imposible debido a su entorno, pero el tiempo les dará una segunda  oportunidad. El padre y el hijo transcurre en el París intelectual previo al mayo del 68. Allí, un chico de pueblo coincide en la universidad con un hijo de la burguesía y lo visita en su casa familiar de La Provenza. Será humillado por su origen, pero también tendrá la oportunidad de vengarse.

Jaime y Marcos se conocen en verano en la costa portuguesa de los 70. Un chico de pueblo vive una relación sexual con un visitante, pero es incapaz de gestionarla y mantenerla porque la presión del entorno familiar y social han calado tanto en él que la rechaza. Durante décadas vivirá una vida heterosexual que incluye matrimonio e hijos pero la huella y el recuerdo de aquella relación de juventud lo marcan para siempre, haciendo muy difícil que pueda tener una vida completa y feliz.

En el último episodio, Tobias y Erik son dos antiguos amigos que retoman su relación en una excursión por las montañas alemanas a principios de los años 30. Las circunstancias políticas y sociales de la Alemania nazi los ha separado y los ha convertido en enemigos. Pero el camino que los ocupa varios días, también hará que se descubran muchos de los secretos que ambos guardan y que, lejos de la sociedad, hará que puedan establecer otra relación distinta a la que se veían abocados.

Las reacciones de otros tiempos

Jan J. Martí nos confiesa que le han sorprendido determinadas actitudes de otros tiempos. “En pleno siglo XXI no imaginaba que iba a encontrarme el rechazo y la homofobia sibilina. Desde la librería que me dice que no pueden vender el libro porque la portada es demasiado explicita y gráfica (!!!) hasta la escuela de adultos que me invitó a dar una charla y al preparar cómo sería y comprobar el contenido, me rechazaron porque podía ofender a los niños... en una escuela de adultos”.

Lo que más le duele es que también varios institutos se han negado a tenerlo en sus bibliotecas (a pesar de ser un regalo) porque le dijeron que no era “un material conveniente para adolescentes, cuando curiosamente si lo escribí fue deseando que algún joven cuando lo leyera, se sintiera feliz y menos solo de lo que yo me sentí cuando fui un chaval y ya me sentía como homosexual”. Pero también le ha dado muchas alegrías: ”quería defender a muerte que la mayoría de la gente es buena y los buenos sentimientos son importantes.  Era mi motivación principal y lo que me he encontrado es a muchos lectores que, tras leer el libro, me están demostrando que es verdad, que existe eso en lo que creo, que la buena gente es mayoría”, explica satisfecho.

El apoyo de la gente anónima

Hasta ahora, el libro solo podía adquirirse por Amazon, pero su inesperada repercusión ha provocado que algunas tiendas de diversas ciudades se hayan interesado por ponerlo al servicio de sus lectores. Sus secretos sí que tienen nombre y explicación: su prosa amena, muy descriptiva y detallista y su sinceridad. El escritor se mete en la piel de los personajes para entenderlos, comprenderlos, darles la mano y ayudarles a seguir adelante con cariño pese a los muchos obstáculos que hallarán en el camino.

En su éxito también ha influido su modesta campaña de promoción en la que muchos de sus seguidores han posado con el libro entre las manos y las redes sociales han contribuido a su difusión. “Hay gente que ha hecho el libro suyo, que lo promocionan sin pedir nada a cambio, que me buscan sitios donde poder presentarlo, que me están ayudando sin ni siquiera conocerlos, que me mandan sus fotos con el libro (¡Ya son más de 200 fotos!) que me mandan sus opiniones por las redes y me dejan temblando, que me regalan desde marcapáginas del libro hasta posibilidades de difusión. Con lo difícil que es para un escritor primerizo de editorial independiente hacerse un hueco, tengo muy claro que el libro se está vendiendo (ocupa el número 500 del ranking mundial de ventas de Amazon) porque esa gente lo ha hecho parte suya y lo defienden como si ellos mismos lo hubieran escrito. Porque este libro lo escribí yo, pero siento que, de algún modo, ellos también son partícipes”, comenta el autor. Y este es solo el principio, ya que hay alguna que otra productora que se ha interesado en convertir sus cuentos en una serie. El amor parece que, al final, sí que tendrá nombre.