CRÓNICA

The Skatalites, el eterno sol de Jamaica

La legendaria formación sacó brillo a las esencias del ska en una sesión en Apolo que abrió Lord Xeriff i els Calip6, el nuevo grupo de Sergi Monlleó, excantante de Dr. Calypso

The Skatalites, en una imagen promocional reciente

The Skatalites, en una imagen promocional reciente

Jordi Bianciotto

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Siempre hay respuesta a la llamada de The Skatalites: noche de alta intensidad calórica e dulces himnos compartidos en la sesión del Club Caníbal de este miércoles en un Apolo lleno, rindiendo honores a la institución de la música jamaicana. Su gira permanente luce ahora el reclamo del 55º aniversario de carrera, una excusa como cualquier otra. Se trató, una vez más, de dejarse llevar por las esencias visionarias de un repertorio que marcó época en las músicas populares del hemisferio occidental.

Y de nobleza jamaicana a pedigrí barcelonés, ya que abrió la velada Lord Xeriff i els Calip6, el nuevo grupo de Sergi ‘Xeriff’ Monlleó, cantante del recientemente finiquitado Dr. Calypso, aventura en la que se ha enrolado también el que fuera su guitarrista, Jordi Manyà. Formación pintoresca, con clarinete, ukelele, banjo y maracas, viajando hacia atrás en el tiempo y encontrando la inspiración en el viejo calypso, el mento y la latinidad de los años 50. El grupo se ha movido con rapidez y ya tiene un epé, ‘Bacanal’, del que mostró canciones como ‘No em demanis mai la lluna’, combinadas con el guiño a Mighty Sparrow, orgullo de Trinidad y Tobago. Cadencias suaves, de sonoridad cromática, que pondrá de largo el 24 de mayo en la sala Upload.

“La reina de Studio One”

The Skatalites tomaron el relevo bajo la batuta del teclista y animador Ken Stewart y partiendo de instrumentales como ‘Freedom sounds’ y el ‘James Bond theme’, con los tres metales en primer plano, propinando ráfagas solistas con memoria jazzística sin perder nunca de vista el ritmo, la envolvente y persistente esencia jamaicana. Stewart presentó con modos ostentosos a la vocalista del grupo: “¡la reina!”, dijo en castellano, “¡desde Studio One, ‘skatalite’ original, desde 1964!”, la señora Doreen Shaffer, imprimiendo a partir de ahí su cálido sello vocal al estándar ‘When I fall in love’, a ‘Sugar sugar’ y a un par de préstamos honoríficos del repertorio de Bob Marley, ‘Nice time’ y ‘Simmer down’. Ahí, Stewart dejó el teclado y se lanzó al escenario dando brincos. Desde luego, alguna propiedad tiene la música de The Skatalites para propiciar esos efectos revitalizadores.

No debe haber muchas bandas con 55 años a cuestas que cuando salen a tocar tengan en frente a audiencias jóvenes, fascinadas por la mística ‘rastafari’ y su idea apaciguadora de la existencia. Hay un prodigio ahí que The Skatalites siguen cultivando bolo a bolo, reforzando vínculos. En sus filas ya no hay muchos veteranos, pero la convivencia de un guitarrista de nuevo cuño como es Natty Frenchy y de históricos de la música jamaicana como el bajista Val Douglas (The Abyssinians, Toots & The Maytals, Peter Tosh) propició una mezcla de dinamismo y mitología que se acabó llevando Apolo por delante a golpe de ‘The guns of Navarone’ y ‘You’re wondering now’. La leyenda sigue.