CRÓNICA DE MÚSICA

Macaco, arrolladora primicia en el Strenes

El grupo de Dani Carbonell basó su concierto ante la catedral de Girona en las canciones de su nuevo disco, 'Civilizado como los animales', que saldrá a la venta el 24 de mayo

icult  macaco

icult macaco / periodico

Jordi Bianciotto

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El brasileño Roberto Carlos cantaba en los años 70 que quería ser “civilizado como los animales” (la canción se titulaba ‘El progreso’) y Dani Carbonell ha convertido aquel suspiro idealista en el título del nuevo disco de Macaco. Un repertorio de fusión global, tropical, arabesco y abierto al trazo electrónico, que no verá la luz hasta el 24 de mayo, pero que el festival Strenes, de Girona, destapó este sábado en calidad de primicia internacional.

Mirando hacia atrás, nos damos cuenta de que Macaco ha terminado siendo el mayor triunfador popular de aquel ‘sonido Barcelona’ que asomó en el cambio de siglo espoleado por la vecindad de Manu Chao. Cayeron Ojos de Brujo, Dusminguet derivó en La Troba Kung-Fú, formación valiosa pero de menor alcance comercial, y Amparanoia combina el ‘revival’ con el tanteo de sustanciosos perfiles como cantautora. Jugando en otra liga está Macaco, fuerza de la naturaleza capaz de convocar en un mismo disco a Serrat y al Niño de Elche, a Estopa y a Visitante (Calle 13).

Cadencias jamaicanas

Todos ellos, y unos cuantos más, desfilan por ‘Civilizado como los animales’, el disco que centró su concierto en el fotogénico escenario al pie de la escalinata de la Catedral. Ahí, en un Strenes que cerró este fin de semana su séptima edición, mostró Macaco nueve de sus trece canciones, empezando por la introducción con el título del disco a ritmo de reggae ambiental. La cocina de este disco ha sido larga, un par de años, y ha producido muchas más canciones (hasta 25) de las finalmente seleccionadas, como ‘Vive la vida (a tu manera)’, que encontró su lugar en el concierto insistiendo en la cadencia jamaicana.

Antes de profundizar en el nuevo repertorio, un ‘medley’ trajo recreaciones de ‘Moving’, ‘Love is the only way’ y ‘Seguiremos’, entre proclamas a favor de la sanidad y la educación públicas e invitaciones al baile. La concurrencia ya se había levantado de los escalones cuando Macaco entró en materia con ‘Valientes’, en torno a los héroes anónimos, y la triunfalista ‘Bailó la pena’: “Eres la coreografía de tus propios días”.

“Experimental y moruno”

Algarabía arriba y abajo del escenario, y un Carbonell gimnástico y dominador, que habló del nuevo disco como del “más experimental” de Macaco, con “elementos mediterráneos y morunos”. Secundándole, un sexteto de ‘brothers’ dirigido por el bajo de Jules Bikôkô, con el juego de guitarras de Muchacho (el acento rumbero) y la eléctrica del sueco Thomas Rundqvist, ‘Tirtha’ (el que fuera líder de Undrop, los de ‘Train’, lejana ‘canción Pepsi’), con extra de percusión y teclados.

Batería de estrenos: ‘Lo quiero todo’, un “pequeño reggae” en torno a “la aceptación en el amor, que es muy diferente del conformismo” y una composición aventurada, ‘De serie’, grabada con El Niño de Elche y Raül Refree, que fundió un relieve oriental y un ritmo con vestigios ‘funky’ con tendencia al trance, sobre base electrónica y con un injerto de rap. De ahí a ‘Mamma’, con guitarra ‘afro’, que Carbonell dedicó a su señora madre, “guerrera de la vida”. Los momentos más exploradores del nuevo repertorio, en contraste con el reggae lúdico de ‘Agárrate’.

Las campanadas de las once añadieron un poco de gravedad gótica a la recogida ‘Blue’, pero el rescate de ‘La república de la Tramuntana’, en catalán, desató de nuevo el baile en el bis rumbo a la última de las primicias, ‘Somos la fiesta’. Macaco, recuperando el pulso rumbero y cogiendo impulso para la que se adivina como una intensa temporada en los escenarios, con permiso, o no, de Roberto Carlos.

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