NOVEDAD EDITORIAL

El tarot de Jessa Crispin para entender el presente

La escritora publica un ensayo sobre la baraja esotérica que es a la vez un libro erudito y un manual

La escritora Jessa Crispin en la Librería La Central.

La escritora Jessa Crispin en la Librería La Central. / periodico

Elena Hevia

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Creemos que una baraja del tarot y sus arcanos mayores y menores no sirven para otra cosa que revelar el destino de los creyentes. Pero al fin y al cabo esa baraja, con su loco colgado, su torre herida por el rayo, sus enamorados y su carro triunfal, no es más que una máquina de construir historias, un algoritmo que escupe narraciones y así lo entiende la ensayista norteamericana Jessa Crispin (Kansas, 1978), que se dio a conocer con su controvertido ensayo ‘¿Por qué no soy feminista?’, un rechazo a las formas más pop del movimiento, y sobre todo por el entretenido ensayo literario ‘El complot de las damas muertas’. La autora ha visitado recientemente Barcelona, camino de Madrid donde ha impartido un taller sobre la utilización de estas cartas. 

‘El tarot creativo’ (Alpha Decay) es a la vez ensayo erudito y manual práctico. También podría haber sido un mecanismo para arruinar cualquier reputación y en concreto la de Crispin, respetada colaboradora del 'New Yorker'. Y claro, el libro sí tuvo algunas malas críticas o "críticas desinformadas" impulsadas, según la autora, por los prejuicios. "Gente ignorante", asegura, que no tiene en cuenta que Philip K. Dick no daba un paso sin consultar el 'I Ching' (y en la actualidad escritoras como Sheila Heti o Katherine Davies, tampoco lo dan) mientras que en el pasado W. B. Yeats, Salvador Dalí o Eleonora Carrington se declararon fascinados por el misterio que encerraban las cartas.

No es para conocer el futuro

Vaya por delante, y a la ensayista le interesa mucho recalcarlo, que el tarot, tal y como lo utiliza ella, no tiene nada que ver con la adivinación ni sobre si conocerás o no al hombre de tu vida muy pronto. La cosa no va de fe, sino de método creativo. "De adolescente llegué a echarme las cartas a mí misma buscando respuestas a preguntas más bien tontas y jamás funcionó. Luego me olvidé y a los 28 años descubrí que detrás del tarot había una gran complejidad y quise profundizar en esos significados". Una echadora experta que lo utilizaba como una herramienta terapeútica le dio las claves de cómo encontrar respuestas a problemas concretos del presente. El método utilizado tiene algo de psicoanálisis esotérico y se centra en sacar una carta cada día y concentrarte en su significado. "Hay que tener el hábito de esa carta diaria porque las coincidencias y las correlaciones entre lo que indica la carta y lo que está pasando en tu vida te ofrecen las herramientas para la interpretación". Gracias a ese método descubrió que era buena echando las cartas y hoy es una de las echadoras más cotizadas entre la intelectualidad más bohemia neoyorquina (se niega a revelar el nombre de sus clientes). "Solemos creer que la racionalidad es la que domina todos nuestros hábitos pero a mí me ha influido mucho un ensayo neurológico 'The master and her emisary' de Iain McGilchrist que explica cómo buena parte de nuestro cerebro no tiene acceso al lenguaje y sin embargo procesa información y aprendizaje. Así que también comprendemos las cosas a partir de otros sistemas, algo que, por ejemplo, los surrealistas comprendieron a la perfección".

La autora ha diseñado además su particular baraja, tomando como modelo la Ryder Waite, la más utilizada por los actuales tarotistas, a la que ha añadido los signos del zodiaco y los cuatro elementos. Se la podría acusar de tener mucha imaginación, pero es precisamente eso lo que la impulsa. "Cuando haces una tirada lo que te están contando las cartas es, sencillamente, una historia. Por lo tanto es importante saber leerlas bien, entender el contexto y la relación entre ellas. Un escritor es perfecto para eso".

A fin de comprobarlo, esta reportera dirigió a la autora una pregunta de índole laboral y la respuesta, en forma de rey de bastos (una carta que en principio no parecía muy prometedora) fue como sigue: "Los reyes son poderosos pero a la vez distantes porque tienen mucho ego. Si te desapegas emocionalmente puedes concentrar toda tu energía en un espacio vital, en una posición de poder sin hacer caso a los que tienes a tu alrededor". Tras el designio, Crispin con una sonrisa preguntó: "¿Funciona?"

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