CITA EN ARGENTINA

La discusión sobre el lenguaje inclusivo toma el Congreso de la Lengua Española

Mientras unas opiniones afirman que ha llegado la hora de feminizar el lenguaje, otras objetan que arroja resultados artificiosos

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Abel Gilbert

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Las discusiones sobre la necesidad de avanzar en la adopción del lenguaje inclusivo arrecian en una Argentina donde el movimiento feminista toma forma multitudinaria. Los ecos de sus reclamos, que son en rigor de carácter regional y global, no podían dejar de tener su lugar en el VIII Congreso Internacional de la Lengua Español (CILE) que se realiza en la provincia de Córdoba, unos 600 kilómetros al noroeste de la ciudad de Buenos Aires. La escritora argentina Luisa Valenzuela consideró el español como "una lengua hospitalaria pero morosa" y sostuvo que "muchos le temen al lenguaje inclusivo porque amenaza la supremacía masculina y quizá hasta el propio monoteísmo". La autora de 'Cuidado con el tigre' fijó su postura en una mesa de debate convocada bajo el lema 'El español, lengua universal' junto a José Luis Moure, el presidente de la Academia Argentina de Letras. Moure se mostró más evasivo a la cuestión, pero Valenzuela insistió en señalar que el español "está en deuda" con una cuestión medular de los últimos años.

No en vano en Córdoba se insistió en que la RAE publicó a fin del año pasado un 'Libro de estilo de la lengua española' donde incorporó términos como 'yutubero', 'wasap', 'tuit', e incluso normas relacionadas con el uso de los emoticonos. Pero por el momento, la Real Academia de la Lengua Española no acepta el uso desdoblado, como "todos y todas", ni menos las variantes en e, x y @. En este contexto, la presidenta del Consejo de Estado español y exvicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se mostró convencida de que "ha llegado el momento" de un giro en el habla que deje atrás su carácter patriarcal. El idioma, subrayó, "no es neutro". La palabra "da forma al pensamiento y las feministas sentimos que la sociedad ha funcionado con un lenguaje que ha respondido fundamentalmente a un modelo político dominante que sigue vigente en la actualidad". Para cambiar el modelo, añadió, "necesitamos también utilizar la vía del lenguaje, cambiar el lenguaje, un lenguaje en el que todos nos veamos reflejados, especialmente quienes hasta ahora solo han formado parte del modelo en posición de subordinación".

El director de la Academia Mexicana de la Lengua, Gonzalo Celorio, se mostró a favor de la visibilidad de la mujer en el lenguaje. Aunque consideró que una lengua "no se habla por decreto", recordó las sutilezas con las que a veces funciona la exclusión. "Se puede decir los niños y las niñas, pero ese desdoblamiento a veces resulta terriblemente artificial. Ahora, para ser políticamente correcto, uno tendría que decir el perro y la perra son la mejor el mejor amigo y la mejor amiga de la mujer y del hombre indistinta y no siempre respectivamente". 

La polémica España-México

Como no podía ser de otra manera, Celorio se vio obligado a intervenir en una controversia en principio ajena a la agenda del congreso pero que irrumpió en buena parte de sus mesas y ponencias: la exigencia de Andrés Manuel López Obrador a España y el papa Francisco de unas disculpas por las consecuencias de la llamada conquista. A su criterio, la España actual no tiene que pedir disculpas  por algo que "pasó hace 500 años". Recordó en ese sentido que no eran los Borbones sino los Austrias quienes que manejaban entonces la corona española. "Y en tercer lugar, ha habido un proceso de conquista espiritual tan fuerte que nosotros, los mexicanos, somos de alguna manera los responsables de esa marginación que sufren los indios". Celorio en ese sentido se plegó a la reflexión de Mario Vargas Llosa al inaugurar el pasado miércoles el CILE. "Los que vivimos ahí tenemos más que ver con esa conquista que los que se quedaron en España".