'Dumbo': entre Disney y Tim Burton

El nuevo 'Dumbo' de los estudios Disney, rodado casi 80 años después de la primera versión en dibujos animados, ahora en imagen real y con el pequeño elefante de grandes orejas completamente digitalizado, se parece bien poco al original. Está el elefante volador y su madre cautiva, la pluma inspirada por la trompa que le otorga la facultad de volar, el circo y algunas cosas más, pero el nuevo 'Dumbo' lleva la firma de Tim Burton, y aunque no es el Burton original y fascinante de 'Bitelchús' y 'Eduardo Manostijeras' que siempre propone aspectos distintos.

Su 'Dumbo' se toma todas las licencias respecto al anterior filme que no se permitió en los remakes de 'El planeta de los simios', 'Charlie y la fábrica de chocolate' o 'Sweeny Todd' y 'Alicia en el país de las maravillas'. En 'Dumbo', los personajes de carne y hueso adquieren el protagonismo que en el filme de 1941 no tenían en absoluto, las variaciones argumentales son constantes y surgen nuevos escenarios, tan propios del imaginario de Burton, como la Isla Pesadilla y el parque temático Dreamland.

Tim Burton: "Siempre vi a Dumbo como un alma gemela"

Michael Keaton y Danny De Vito, que vuelven al director tantos años después de haber sido a sus órdenes Batman y Pingüino, representan dos formas antagónicas de entender el espectáculo. Para el primero, avaricioso y megalómano como mandan los cánones del villano, es solo una gran industria del entretenimiento que sirve para ganar muchísimo dinero. Para el segundo, es la vocación artesanal del circo de siempre, de esa magia que el tiempo y la tecnología han ido anulando.

 Podríamos pensar que el filme implica una reflexión sobre los nuevos cauces del espectáculo audiovisual (cine, plataformas, Disney, Netflix, independencia), y aunque Burton no es un cineasta de subtextos, algo de ello hay. Pero 'Dumbo' es también un filme conservador que no acaba de atacar en firme aquello que cuestiona, plegándose, en ciertos aspectos al cine Disney más tradicional y familiar.