KOSMOPOLIS

Helen Hester y Nick Srnicek reflexionan sobre el fin del trabajo tradicional

Dos expertos analizan el nuevo modelo social en el CCCB y plantean la necesidad de pensar políticas más feministas

helen hester en Kosmopolis

helen hester en Kosmopolis / periodico

Natàlia Queralt

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Antes de que Helen Hester y Nick Srnicek empezaran a reflexionar sobre la era post-trabajo, su diálogo había generando tanta expectación que los organizadores de Kosmopolis decidieron trasladar el acto al auditorio del CCCB. Cuando el futuro nos interpela, nos importa. Y, haber incluido una temática sobre las transiciones del capitalismo en el festival de la literatura amplificada, parece haber sido todo un éxito.

La pareja de académicos llega al Kosmopolis para exponer su estudio 'La crisis de la reproducción social y el fin del trabajo tradicional', que plantea la necesidad de rechazar la naturalización del trabajo reproductivo que cargan las mujeres –la reproducción, los cuidados y el mantenimiento doméstico– y generar una política más feminista.

Partiendo de la incorporación de la mujer en el mundo laboral como un factor con el que el estado del bienestar no contaba, ¿quién se encarga ahora del trabajo doméstico, la reproducción y los cuidados? "Las familias ricas sostienen esta situación con la privatización de la reproducción social contratando, principalmente, a mujeres inmigrantes para trabajar como niñeras, cuidadoras o limpiadoras", explica el economista y escritor Nick Srnicek. "Las mujeres de las familias pobres cuidan a las familias ricas pero, quién se ocupa de cuidar a las familias pobres?".

Nuevas oportunidades

Los investigadores de la era post-trabajo que buscan dar una respuesta a la pérdida de puestos de trabajo, la robotización y a la precariedad laboral, proponen concebir el fin del trabajo como una oportunidad política. "Nosotros entendemos la crisis del trabajo y la crisis de los cuidados como dos caras de una misma moneda", explica Hester. "Nuestra propuesta de modelo post-trabajo incluye tres puntos esenciales: la automatización del trabajo doméstico, una reducción de nuestros estándares sobre el ámbito doméstico –tener una casa limpia, pasar tiempo con nuestros hijos, ser hospitalarios con nuestros invitados…– que nos permita distribuir el tiempo según nuestra voluntad y, por último, repensar la organización de la vivienda", añade. El estudio de Hester y Srnicek propone revisar la organización del espacio doméstico, que asociamos a la familia nuclear convencional. Una de las ideas que proponen es la formación de comunidades, donde los cuidados sean compartidos sin distinción de género.

Hay quien aún sitúa la automatización y la robotización del trabajo en el terreno de lo utópico. Sin embargo, cada vez se presenta como una opción más realista que necesita de reflexiones y debates. ¿Qué trabajos desarrollaremos en un futuro, cuando la mayoría del trabajo tradicional esté robotizado? ¿Quién se encargará de la reproducción, los cuidados y el trabajo doméstico? ¿Si pensamos que el sistema neoliberal está muriendo, qué vendrá luego? Y después del trabajo, ¿qué?

En medio del turno de preguntas que van desde la renta básica universal, pasando por el aumento de la edad de jubilación hasta el acceso a las nuevas tecnologías, alguien reclama la atención de la pareja. "Intentaré ser breve porque mi trabajo reproductivo me llama insistentemente desde la primera fila", bromea Hester, ya fuera del tiempo establecido para el debate y el turno de preguntas. Es el bebé de la pareja quien reclama la atención de sus padres, escenificando la realidad sobre la que se ha hablado durante todo el acto.