EMERGENTE ESCENA 'UNDERGROUND'

Metal extremo a la catalana

El Metal Cat Fest celebra su primera edición en Razzmatazz con cuatro grupos que cantan en catalán, Angoixa, Forja, Icestorm y Siroll!

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angoixa / periodico

Jordi Bianciotto

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De la glorificación de la litrona y las escaramuzas nocturnas "burlando a la poli", como cantaba Obús, a la adaptación de poemas de Verdaguer y las loas al modernismo de Puig i Cadafalch. No es verdad que el heavy metal sea un género estancado: evoluciona, aunque lo haga bajo radar. Y en Catalunya ha dado lugar a una escena dentro de la escena, un metal extremo en catalán que se aparta de los viejos clichés y mira al norte de Europa con ánimo ilustrado. "Esto ya no es una garrulada, hay una escena con un nivel cultural alto, con muchas tendencias y grupos que tienen filólogos en sus filas", avisa Ricard Altadill, responsable del Metal Cat Fest, que celebra su primera edición este viernes en la sala 2 de Razzmatazz.

Es en el metal extremo donde operan los cuatro grupos que actuarán en el festival: los barceloneses Angoixa e Icestorm; Forja, de Vic, y Siroll!, formación surgida entre el Solsonès y el Bages. Ahí, el Metal Cat Fest propone "una plataforma para que estos grupos puedan actuar en espacios de calidad y no en un bar cutre cualquiera", apunta Altadill, un veterano del sector, que en los 80 fue ‘dj’ de locales de culto como Barna Heavy, Metal y Rainbow. Anuncia una segunda edición para el 2 de noviembre. "La intención es celebrar dos al año".

Un cuervo sin ‘estelada’

Cantar en catalán no parece un problema en una escena europea salpicada por bandas que se expresan en lenguas escandinavas. O así lo ve Robert García, cantante, guitarrista y principal compositor de Angoixa, que se confiesa fan del metal sueco ("Entombed, Katatonia, Meshuggah...") y reclama "libertad para que cada grupo cante en la lengua en la que mejor se sienta". Puede sorprender la ausencia de esteladas y de 'senyeres' en la cartelería del Metal Cat Fest, donde tan solo aparece la irónica imagen de un cuervo con barretina. "Ni se nos ocurrió meter una bandera", confiesa Altadill. Una de las canciones del nuevo disco de Angoixa, 'Esclaus de la por' (su debut físico, antes lanzaron otros dos en formato digital), se titula 'Ràbia' y está inspirada en el 1-O, "pero puedes leerla como quieras", apunta Robert García. "Todos tenemos unas ideas, pero no queremos mezclar".

Angoixa tira hacia el death metal, "uno de los estilos más realistas del mundo porque parte de algo indiscutible: que todos, seres humanos y animales, acabaremos muertos", certifica García, que discute los prejuicios en torno al género y sus seguidores. "Un estudio de hace poco en Australia determinó que quienes escuchamos death metal somos muy sensibles a la violencia, gente reflexiva y empática", asegura. Sus últimas letras apuntan hacia "la crítica a las religiones, el pánico ante el terrorismo y los desastres naturales".

Del modernismo a Verdaguer

Forja, un grupo encuadrado en el folk power metal, se inspira en la crónica medieval catalana y en Jaume I en su disco 'El llibre dels feyts', sintonizando con las motivaciones cultas de otros dos protagonistas de este entorno, Foscor (interesado en la Renaixença y el modernismo) y Vidres a la Sang, que rinde homenaje desde su mismo nombre a Miquel Martí i Pol. Estas bandas, las más veteranas, "marcaron un antes y un después", apunta Xènia Senserrich, periodista especializada en la escena del metal extremo desde el programa 'El octavo día', de Ràdio Cornellà, que cita otro nombre, Nigra Sum: drone metal "inspirado en la obra montserratina de Verdaguer".

Para ella, el cartel de Razzmatazz es "representativo de una nueva ola de grupos muy potentes y de mucha calidad, y los que no estén en esta edición estarán seguro en las próximas". Bandas que, apunta Ricard Altadill, afrontan la vida con épica determinación y entienden que "en la cultura 4.0 en la que estamos nadie te regala nada".