GALARDONES DE LA LÍRICA ESPAÑOLA

Bieito y Carreras, Premios Opera XXI

El director teatral fue distinguido por su producción de 'Die Soldaten', de Zimmermann, en el Teatro Real y el tenor recibió una distinción honorífica

Foto de família de los premiados antes de la ceremonia de entrega de los Premios Opera XXI  esta noche en Barcelona.

Foto de família de los premiados antes de la ceremonia de entrega de los Premios Opera XXI esta noche en Barcelona. / periodico

Marta Cervera

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La primera edición de los premios Opera XXI celebrada este jueves por la noche en el Liceu ha servido para destacar la buena sintonía entre las principales instituciones del país dedicadas a la lírica. Como destacó Salvador Alemany, presidente del Patronato del Gran Teatre del Liceu en su discurso de bienvenida a los representantes de Opera XXI, que reune a la Asociación de Teatros, Festivales y Temporadas de Ópera de España.  "No estamos compitiendo sino colaborando porque nuestros retos son comunes", destacó Alemany, anfitrión de la velada. Lo dijo en el Saló del Miralls antes de empezar el la cena de gala que este año se ha celebrado en Barcelona. Aún no se sabe donde se realizará el año próximo. Dependerá de la decisión del consejo de Opera XXI, explicó Oriol Aguilà, director del Festival de Peralada elegido ese mismo día nuevo presidente del organismo.

Un emotivo vídeo en recuerdo a la añorada diva Montserrat Caballé -cuya hija, Montserrat Martí, y su sobrina Montse Caballé participaron como invitadas en el acto- abrió la cena de gala durante la cual se hizo entrega de los premios otorgados por Opera XXI . Los premios Opera XXI toman el relevo de los desaparecidos Premios Líricos del Teatro Campoamor y destacaron lo mejor de la lírica nacional de la última temporada 2017-18.

Un ambiente relajado y festivo acompañó la entrega de galardones que contó con la guinda final de la actuación de la soprano Mariella Devia, reconocida en esta primera edición de los premios Opera XXI por su interpretación de 'Lucrezia Borgia', de Donizetti, en la temporada de la Asociación de Amigos de la Ópera de La Coruña.

'Die Soldaten' y 'Gloriana'

También fueron premiados el maestro Guillermo García Calvo, por su ‘Siegfried’, de Wagner en la Ópera de Oviedo. En cuanto a producciones, el Teatro Real se llevó la palma. El director de escena Calixto Bieito, recogió el galardón por su impactante y monumental producción de ‘Die Soldaten’, de Zimmermann, en el madrileño. Y Joan Matabosch, director artístico de dicho teatro, recogió el premio al Real por la nueva producción de ‘Gloriana’, de Benjamin Britten, con dirección de escena de David Mc Vicar, coproducida con la English National Opera y la Vlaamse Opera (Ópera Flamenca) de Amberes.  Ningún premio para el Liceu este año. 

Bieito, que removió el Liceu con sus atrevidas versiones de 'Un ballo in maschera' y 'Don Giovanni' no ha regresado al Liceu con nada nuevo desde 'Wozzek' (2005), aunque su aclamada versión de 'Carmen' se ha repuesto varias veces y regresa la próxima temporada. Poco amante de discursos, antes de recibir la distinción comentó con El Periódico: "Este premio me ilusiona primero porque recoge toda la tradición de los Premios Campoamor y era muy importante no perderla", dijo Bieto. Había venido procedente de Amberes donde está preparando una nueva ópera con el compositor catalán Héctor Parra, una versión de la novela 'Las benévolas'. "En segundo lugar, que se llame Opera XXI me gusta. No me cansaré de decir que la ópera es el arte del futuro porque lo tiene todo: Te permite hacer de todo y el campo es tan amplio que la sociedad debería implicarse más en este arte, especialmente la gente joven", añadió el director que trabaja en todas partes menos en Barcelona. 

Mirna Lacambra, emocionada

Una emocionada Mirna Lacambra, veterana presidenta de la Associació d’ Amics de l’Òpera de Sabadell, recogió el premio al proyecto de desarrollo de la actividad operística, mientras que el tenor Josep Carreras y la Asociación de Amigos de la Ópera de La Coruña, que recogió Natalia Lamas se llevaron respectivamente los premios honoríficos a la persona y a la institución. "Me hace mucha ilusión este premio, y más recibirlo en el Liceu, que siento como mi casa", destacó el cantante que continua muy activo, con conciertos y su labor frente a la su Fundación contra la leucemia. "Es el típico premio que te dan a partir de cierta edad pero recibirlo es una gran emoción", aseguró Carreras. Nada más llegar a la cita explicó a El Periódico que para él "es maravilloso poder seguir subiendo al escenario y transmitir emociones al público". Y, como presidente de la Fundación Josep Carreras contra la leucemia "no puedo sentirme más orgulloso porque estamos realizando un trabajo magnífico". Los premios Opera XXI quieren promover la ópera en España. Para el admitrado tenor, las cosas se están haciendo bien. "La ópera en España está mejor que antes porque hay más teatros, temporadas y orquestas de mejor calidad, aunque no hemos alcanzado la excelencia todavía. Pero hay buenos directores, buenos músicos y buenos cantantes". 

El jurado de esta edición ha estado integrado por dos musicólogos, Jaume Radigales y Begoña Lolo, una soprano,  Ana María Sánchez, los periodistas Gonzalo Alonso, Pablo Meléndez-Haddad, Fernando Sans y Juan Ángel Vela del Campo y el escritor y divulgador musical Ramon Gener. 

La fiesta de la ópera española coincidió con el anuncio el mismo día del fichaje de Christina Scheppelmann por la Ópera de Seattle. La directora artística del Liceu hasta final de temporada estaba radiante. "Tras 31 años en este negocio tengo mucha experiencia acumulada. Conozco bien San Francisco y Seattle no está lejos, solo es cuestión de reconectar con ellos", explicó contenta con su nuevo destino. "El teatro es muy bonito y tiene una excelente acústica. Acaban de inaugurar al lado un nuevo edificio con oficinas, talleres y una sala de ensayo donde quiero hacer muchas cosas. Pero, primero, he de aterrizar allí".