LA CUENTA ATRÁS DE LOS PREMIOS DE LA ACADEMIA DE HOLLYWOOD

Rodrigo Sorogoyen: "Dentro de unos años, no ahora, me daré cuenta de todo lo que estoy viviendo"

Tras ganar el Goya al mejor director y guion por 'El reino', el director madrileño opta el domingo por la noche al Oscar por su premiado cortometraje 'Madre'

Rodrigo Sorogoyen, fotografiado esta semana en Madrid

Rodrigo Sorogoyen, fotografiado esta semana en Madrid / periodico

Julián García

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"Vamos un poco como pollos sin cabeza". Rodrigo Sorogoyen conversa con este diario con la maleta todavía a medio hacer. Pocas horas después, se disponía a viajar a Los Ángeles con el nudo en el estómago apretando cada vez más fuerte. "Estos días he estado muy atareado, muy disperso, muy metido en el trabajo. Los nervios me están viniendo ahora…", afirma entre risas el director madrileño, cuyo multipremiado cortometraje ‘Madre’ está nominado al Oscar en la ceremonia de este domingo por la noche. El corto, monumental plano-secuencia 'in crescendo' de 20 minutos, relata el angustioso contrarreloj de una madre (Marta Nieto) tras recibir la llamada telefónica de su hijo de seis años; el pequeño le comunica que su padre se ha ido y que le ha dejado solo en una inconcreta playa del sur de Francia.

El 2019 está siendo un año pletórico para Sorogoyen: hace apenas tres semanas conquistó el Goya a la mejor dirección y al mejor guion por el ‘thriller’ político ‘El reino’, y ahora mismo está en plena posproducción de su próximo largometraje, que no es otra cosa que la secuela ampliada del corto por el que puede hacer historia, y de la grande, en el Dolby Theatre de Hollyowood.

Ha estado algunos días en Los Ángeles promocionando ‘Madre’. ¿Qué sensación le queda de la experiencia?

Muy rara. Nunca había estado en Los Ángeles y se me hizo extraño no poder hacer apenas turismo, no poder ver casi nada de una ciudad tan conocida, tan icónica… Llegas con 'jet lag', te levantas a las seis, coges un Uber y vas a cinco o seis sitios diferentes. Hablas con gente muy profesional que te muestra muchísimo entusiasmo y te dice que les encanta tu corto. No digo que todo sea falso, pero te queda la sensación de que es una rueda sin fin, de que es una maquinaria…

Tras la visita sobre el terreno, ¿ve ahora su corto más o menos favorito que antes?

Si me tuviera que fiar por lo que he vivido, te diría que más. Pero sé que es falso. Mi madre me dice que vamos a ganar. ¿Por qué, mamá? “Porque estás saliendo mucho en la prensa”, me dice. Claro, mamá, en España salgo, pero fuera… (ríe). Si me tuviera que fiar de la gente con la que hemos interactuado en Los Ángeles, seguro que ganamos, pero es que hemos hablado con el 0,0005% de los 6.000 académicos que votan...

O sea, que más allá de la calidad de un corto, hay millones de variables más en juego…

Por supuesto. Lo hayan visto o no, tienes que conseguir que el máximo número de académicos crean saber que el corto es muy bueno. Insisto: crean saber. Porque no puedes confiar en que los 6.000 académicos lo vean. Y ahí entra el márketing. Tendrías que ver la pasta que ha invertido Netflix con ‘Roma’. La película es buena, lógicamente, pero Los Ángeles está empapelada de carteles de ‘Roma’. Así que si soy académico… ¿cómo no voy a votar esta película? ¡Tiene que ser buenísima! Todo está dirigido. Es cuestión de pasta.

"Lo hayan visto o no, tienes que conseguir que el máximo número de académicos crean saber que el corto es muy bueno. Insisto: crean saber"

Aparte del suyo, ¿cuál es su corto favorito?

El canadiense, ‘Fauve’, de Jeremy Comte. Me parece un cortazo.

Me gustaría saber si ha tenido tiempo de prepararse algún discurso, si se ha visualizado subido en la tarima.

Ya he elegido el traje, por supuesto. Y sobre el discurso… Algo tengo pensado. Nos dicen que vayamos al grano, que saludemos a la familia al final, pero que de entrada demos un golpe de efecto, algo cañero. Muy americano. Yo soy bastante de bromas, así que si gano, creo que alguna haré.

¿Cuál es el primer recuerdo de su vida relacionado con los Oscar?

Hum… Buena pregunta, pero tengo mala memoria… No sé si es la primera gala que vi en mi vida, pero sí la primera que recuerdo. La de ‘Bailando con lobos’, que arrasó. Debía de tener 9 o 10 años.

Ignoro si es usted mitómano, pero… ¿le haría especial ilusión conocer o coincidir con alguno de los nominados de este año?

No lo soy nada. Aunque, bueno, si luego me encuentro con Rachel Weisz y me echo unas miradas con ella, seguro que digo, joder, esto es la hostia. Ahora me acuerdo de una anécdota de hace unos años en Nueva York, una tontería. Iba con un colega paseando y nos encontramos con un rodaje. De repente, miro a un coche que había al lado y estaba dentro Mark Wahlberg. Y le grito a mi colega en plan fan: "¡Mira, es Mark Wahlberg!". Y el tío se gira, me mira y me hace "ehhh" con el pulgar. Enorme.

"Si en lugar de enviar a los Oscar las películas de los últimos años, hubiéramos enviado una de Albert Serra, habría habido más posibilidades"

‘Madre’ es el séptimo corto español nominado al Oscar. Es un formato muy competitivo, todo lo contrario que el largometraje, que hace muchos años que se queda a las puertas.

Creo que tiene que ver con la libertad formal y de fondo que tiene el corto. Es muy difícil levantar películas en este país, deben tener una rentabilidad. A ver cómo te explico esto: si en lugar de enviar a los Oscar las películas que hemos enviado en los últimos años lo hubiéramos hecho con una película de Albert Serra, seguro que habría habido más posibilidades por su rareza. Las películas que mandamos son las ‘mainstream’ del año. Y en la liga de las pelis ‘mainstream’ no podemos competir. Javier Fesser ya lo dijo: “Para que llegue ‘Campeones’ a los Oscar hay que invertir mucha pasta y otros países tienen más”. Hay que jugar en la liga de la rareza, de la singularidad. ‘Entre dos aguas’, de Isaki Lacuesta, creo que habría tenido muchas más posibilidades.

Los cortometrajes, además, no los elige la Academia del cine español. Van por otra vía.

En efecto, la selección es por ganar festivales. El primer corte lo elige un jurado. Primero pasas a un saco por ganar premios en festivales. Y luego un comité mete la mano en ese saco y elige 10. Y de esos 10, elige 5. Así que llega a los Oscar otro tipo de producto muy diferente al largometraje.

Me ha hablado de ‘Entre dos aguas’. Creo recordar que en los Goya dijo que la película de Lacuesta era su favorita. ¿Qué le atrae de su cine? ¿Quizá esa frontera difusa entre realidad y ficción? Usted siempre ha dicho que prefiere el naturalismo a lo peliculero.

Veo una querencia y un interés y un compromiso con la verdad. Y un nivel cinematográfico altísimo. ‘Entre dos aguas’ es el tipo de película que yo aspiro a hacer, más allá del género, que quizá no es el que tocaría. Cuando ves una película de Isaki lo primero que piensas es: qué buen compromiso, qué buena intención y qué buena ejecución. Eso es muy difícil de conseguir, casi imposible.

En los Goya ganó usted dos de los premios gordos, el de dirección y guion con Isabel Peña. ¿Cómo recuerda esa noche?

Pues si te digo la verdad… Estoy en tal rueda, en tan locura, que creo que hasta dentro de unos años, no ahora, no me daré cuenta de todo lo que estoy viviendo. Ganamos el Goya, sí, y nos fuimos de fiesta, y fue divertido, y qué bien todo, qué grande. Pero luego el lunes vuelves a trabajar, y tienes que preparar la movida del Oscar. Te diré una serie de lugares comunes: que fue genial, que fue la hostia, que qué gran reconocimiento. Pero todavía no sé qué significa todo esto exactamente. Me alegré, eso sí, y mucho, por todos los amigos con los que trabajé en ‘El reino’ y que ganaron un Goya. Eso me encantó.

"Me siento más ligado a Francia y más cómodo. Pero si aparece un buen proyecto americano, no hay problema de rodar en EEUU"

Está ahora mismo en la posproducción de ‘Madre’, que es la continuación del corto que aspira al Oscar. ¿Qué nos puede contar de la película?

El 30 de abril debería estar terminada. Es muy distinta a ‘Que Dios nos perdone’ (2016) y ‘El reino’ (2018). Tengo muchas ganas de enseñarla. Es una película de mi productora, Caballo Films, como lo fue en su día ‘Stockholm’ (2013). Una historia más pequeña, más emocional, ambientada justo después de ‘Madre’ y protagonizada por Marta Nieto y Alex Brendemühl. Las dos anteriores eran ‘thrillers’ muy irracionales y, aunque han sido experiencias increíbles, magníficas, creo que estamos ya un poco cansados de este modelo de película. Así que esto es otra cosa. Es otra movida. No es un ‘thriller’, es una peli más de personajes. No sé cómo reaccionará la gente. Me da cosilla. Quiero saberlo.

Señor Sorogoyen, ¿se ve rodando en Estados Unidos?

No me lo había planteado. Pero ahora sí. De hecho, estos días he estado en la mesa con un tipo que me ha dicho si quería hacer una película en Estados Unidos. Pero tengo una dificultad idiomática. No controlo muy bien el inglés y, bueno, me frustra, como director, no poder comunicarme bien. En cualquier caso, me considero más, no sé cómo decirlo, eurófilo… ‘Madre’ es una coproducción francesa y me siento más ligado a Francia y más cómodo. Pero, vamos, eso no quita que si el proyecto americano está bien… pues ningún problema.

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