ESTRENO

Dugain denuncia la explotación de la mujer en 'Cambio de reinas'

El realizador francés indaga en la utilización de la mujer en el siglo XVIII en su nuevo filme

echange-des-princesses

echange-des-princesses / periodico

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Probablemente a Marc Dugain se le conozca más por su faceta como escritor. Es autor de novelas como 'El pabellón de los oficiales', 'Avenida de los gigantes' o 'La maldición de Edgar', crónica novelada de la vida de John Edgar Hoover durante su etapa en el FBI. Desde siempre, le ha interesado explorar la cara oculta del poder, y quizás por esa razón, en su faceta como cineasta ha querido introducirse en los ambientes cortesanos para seguir escarbando en las intrigas y las manipulaciones que han ido conformando nuestra historia pasada para poder entender la historia presente. El material que buscaba lo encontró en 'L'Échange des princesses', de Chantal Thomas, una novelista especializada en personajes femeninos que adquieren una dimensión diferente gracias a su perspectiva de género.

En esta ocasión recuperó un suceso que tuvo lugar en el siglo XVIII para llevarlo al cine en 'Cambio de reinas'. A la pequeña Mariana Victoria de Borbón, de tan solo cuatro años, la enviaron a Versalles para casarse con Luis XV, al mismo tiempo que Luisa Isabel de Orleans, hija del regente del país galo, de doce años, fue conducida a España para contraer matrimonio con el hijo de Felipe V. El resultado, la paz entre los países se firmó, pero utilizando como moneda de cambio a dos niñas sometidas a los dictámenes de un sistema patriarcal despiadado.

"Cuando comencé a desarrollar la película, enseguida me di cuenta del menosprecio con el que se trataba a las mujeres. El universo masculino vivía separado del femenino. Los hombres hacían sus estrategias, mientras las mujeres eran explotadas, no se puede decir de otra manera", cuenta Marc Dugain a EL PERIÓDICO durante una visita a Madrid para presentar la película.

El director se introduce así en ambas cortes, la española y la francesa, para espiar detrás de las cortinas lo que ocurre en las estancias y despachos, aunque lo que de verdad le interesa es seguir el recorrido de esas dos princesas totalmente desamparadas en países extraños sin ningún vínculo familiar y rodeadas de hostilidad.

Dugain muestra una total empatía con ellas e intenta dignificar sus figuras, sobre todo la de Luisa Isabel, condenada por los libros de historia a llevar sobre sus hombros el calificativo de 'loca' y que aquí se muestra simplemente como una joven rebelde y contestataria que es juzgada por decir lo que piensa y oponerse a la voluntad de aquellos que intentan manipularla.

"Los cuentos de princesas no existen, pero en nuestra sociedad, parece imposible deshacerse de ellos"

Marc Dugain

Como dice el director, el pasado ha sido escrito por hombres, y por tanto no hay que fiarse mucho de lo que se dice de las mujeres. ¿Podríamos considerar el filme 'Cambio de reinas' como la antítesis de un cuento de princesas? "Es que los cuentos de princesas no existen, pero en nuestra sociedad, parece imposible deshacerse de ellos".

Desde el punto de vista cinematográfico, Dugain no quería que su película se adscribiera a ninguna convención dictada por el género histórico. "Lo interesante de este periodo para el cine es el enfrentamiento entre la grandeza estética y la miseria moral. Así que he intentado hacer una película pictórica y bella desde el punto de vista visual, sí, pero también política".

El director y escritor, afincado en Francia, piensa que, en su país, aunque no haya monarquía, se sigue venerando la figura del rey. "Ahora el pueblo está enojado, piensa que ese rey, Macron, les ha decepcionado y por eso se revuelven contra él". Puede que ahora no haya intrigas de corte, pero en realidad para Dugain el mecanismo es el mismo: "Cuando ocurre algo positivo es gracias a los políticos, y cuando no, ellos les echan la culpa a otros factores. Que hayamos tenido una clase política tan mezquina y cobarde ha facilitado el fenómeno del populismo".