Francesc Orella reflexiona sobre el oficio de actor en 'L'últim acte'

Francesc Orella, a quien todavía muchos identifican con el profesor de la serie 'Merlí',  y el director valenciano Carles Alfaro, fundador de Moma TeatreCarles AlfaroMoma Teatre, se adentran en el oficio del actor con 'L'últim acte'. Esta nueva propuesta que se estrena el lunes en el Teatre Goya surge de la adaptación de relatos breves de Anton Chéjov (1860-1904), cartas y artículos del autor de 'La gaviota' y 'El jardín de los cerezos'. Es una producción de Focus hecha a medida de Orella, que profundiza con humor en las paradojas del mundo del espectáculo.  

La acción empieza cuando un actor mayor a quien le acaban de dedicar un homenaje despierta en el teatro donde ha sido agasajado. Esta historia inspirada en el relato 'El canto del cisne' sirve de marco para una propuesta impregnada "de ese típico humor patético de Chéjov", dice el director. El protagonista está solo, resacoso y no puede ir a ningún sitio. Han cerrado el edificio con él dentro. Le han olvidado. ¿De qué le sirve la fama y los aplausos? se pregunta mientras inicia una reflexión profunda sobre su vida, plagada de recuerdos y fantasmas.

Miradas femeninas

Tres espíritus femeninos le ayudarán a hace examen de conciencia. Nina encarna a una mujer que analiza su existencia "de forma tan lógica y racional como cruel". Cristina Plazas, en cambio, le desnudará con una mirada "más carnal y sensual, más irónica y cínica". Por su parte, la compositora y pianista Bárbara GranadosBárbara Granados, mostrará "su lado más poético, abstracto y puro, expresado a menudo a través de la música." 

La obra gira entorno a la profesión y el amor, una combinación no siempre fácil de gestionar. "Chéjov habla de lo complicado que es para el ser humano gestionar sus emociones, siempre con ese humor inteligente, nada condescendiente y piadoso".  También habla de las máscaras del actor, de esa complicada gestión entre la ficción y la realidad. "La vida de un actor puede ser muy plena pero también muy dura", recuerda el director que sabe de lo que habla pues también es actor. El montaje muestra la soledad del artista y la dificultad para verse cuando uno se ha creado una máscara, la que el público tiene de él. 

"No es fácil hablar de tu propio oficio pero hacer este espectáculo ha resultado terapéutico"

Francesc Orella

Este es el séptimo montaje que hacen juntos tras aclamados espectáculos como 'L'estranger' y 'La caiguda', ambas de Albert Camus o 'Traïció', de Harold Pinter. También habían hecho 'Tio Vania', de Chéjov, en Madrid. "Con Orella siempre puedo ir más allá porque es un actor que nunca se acomoda y siempre sorprende". Por su parte, el intérprete admite que sin "la complicidad, la implicación y la experiencia de Alfaro" no se hubiera metido en tamaño proyecto. "No es fácil hablar de tu propio oficio pero hacer este espectáculo ha resultado terapéutico", confiesa satisfecho de este 'work-in-progress' laborioso y delicado "donde he trabajado con tres magníficas compañeras." Al principio tenía sus dudas porque "interpretar a un actor en etapa crepuscular me afecta a nivel personal". Pero al final hasta ha resultado positivo:  "Experimentar esta crisis existencial llena de humor, ternura, poesía y drama ha sido una experiencia gratificante, diferente a todo lo que había hecho." Una farsa llena de verdad.