UN GRUPO CON PROYECCIÓN INTERNACIONAL

'77, en busca del último 'riff'

La banda barcelonesa de hard rock presenta en La 2 de Apolo su quinto disco, 'Bright gloom', producido por Raül Fernández, Refree

'77, en una imagen promocional

'77, en una imagen promocional / periodico

Jordi Bianciotto

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Aunque llevan sobre sus espaldas el peso de 50 años de ‘riffs’ y solos rockeros, los chicos de ’77 se las ingenian para crear canciones que suenan frescas e ingeniosas. “A veces nos dicen que lo nuestro no es original, pero, ¿qué es ser original? Sin inventar nada nuevo, lo que hacemos lo es: nos obsesiona esto y nos rayamos mucho para que ningún ‘riff’ se parezca a los que ya conocemos”, explica Armand Valeta, el cantante y guitarrista rítmico de este cuarteto barcelonés, en vísperas del concierto de este viernes en La 2 de Apolo, apertura del ciclo Curtcircuit (20.15 horas; la sesión comenzará con The Mothercrow).

Presentarán ‘Bright gloom’, que es ya su quinto disco y que aporta novedades llamativas: firma la producción Raül Fernández Refree, un músico asociado a artistas de órbitas distantes, como Sílvia Pérez Cruz, Kiko Veneno o la primera Rosalía. “Pero es conocedor y megafan de muchos clásicos del rock. Con él tuvimos largas conversaciones sobre Motörhead o Neil Young. Y como nosotros, es un ‘freak’ de las grabaciones analógicas. Hubo ‘feeling’”, asegura Valeta. Su hermano, el guitarrista solista LG Valeta, añade que fue revelador “trabajar con alguien con la mente abierta, que nos animaba a potenciar y exagerar incluso nuestras ocurrencias”.

Apertura sónica

Poco a poco, ’77 (pronúnciese a la inglesa, seventy-seven) ha ido quitándose de encima el estigma de “grupo en la onda de AC/DC”. Ahí, ‘Bright gloom’ es un paso al frente con sus ritmos pesados, sus soluciones compositivas más variadas y ciertos climas enrarecidos. “Hay canciones quizá más cercanas a Black Sabbath, o con referencias a grupos de rock de los 70”, apunta Armand. Guitarras dobladas a lo Thin Lizzy, por ejemplo.

Aunque ’77 mira incluso un poco más atrás: si bien el nombre del grupo rinde homenaje al año de edición de ‘Let there be rock’, de AC/DC, ellos, chicos nacidos en los años 80, sitúan ahora sus intereses en “el período que va desde 1968-69 a 1972-73”. Son una enciclopedia del hard rock con patas, capaz de elogiar a grupos oscuros como “los japoneses Blues Creation, los alemanes Lucifer’s Friend o los estadounidenses Dust, el grupo de Marky Ramone antes de Ramones”.

¿Y AC/DC, dónde queda? “Nos llegó a agobiar un poco que la gente nos pudiera ver casi como una ‘tribute band’ suya”, confiesa Armand Valeta. Aunque su hermano y él admiten que pudieron ganárselo a base de “actuar en ‘fan camps’, fiestas temáticas en torno a AC/DC que se organizan por Europa”. Se miran con escepticismo el presente del grupo australiano: Malcolm Young, fallecido en el 2017, era “el dios del riff”, suspiran.

Tormentas de nieve

Salir del circuito español ha sido una prioridad desde que, en el 2010, se embarcaron en una gira por Suiza, Alemania y Holanda. Pelándose de frío, literalmente. “Tocamos en casas de ‘okupas’, y en una tienda de cerveza, y en un parque de caravanas, durmiendo en cualquier lugar, capeando tormentas de nieve…”, recuerda Armand. La logística ha mejorado: ’77 acude ahora a clubs de capacidad media. “Sobre todo de Alemania, también Francia, Suiza, Holanda…”, precisan. ¿Y el gran norte? “Suecia ha bajado mucho; incluso los grupos de allí nos dicen que les cuesta cada vez más cerrar giras”.

Aunque no son un grupo ‘heavy’, recalan en festivales metaleros sin manías, “y la gente agradece que entre tanto sonido extremo y brutal aparezca una banda como ‘77”, desliza LG Valeta. Y aunque sospechan que “el rock’n’roll está de capa de caída”, dicen sentirse bien tratados por el público barcelonés pese a “la fama de ciudad snob”. Atención al voto oculto: “al final, hablando con periodistas y seguidores del rock que aparentan ser modernos, preguntas un poco y te das cuenta de que de más jóvenes eran todos fans de Black Sabbath, Slayer o Metallica”.

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