ESTRENO

Manrique viaja a Irlanda con 'La reina de la bellesa de Leenane'

El director monta la obra de Martin McDonagh en la Biblioteca de Catalunya con Marta Marco, Marissa Josa, Ernest Villegas y Enric Auquer

obra de teatro la reina de la bellesa de leenane

obra de teatro la reina de la bellesa de leenane / periodico

Marta Cervera

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'La reina de la bellesa de Leenane' dio a conocer al autor angloirlandés Martin McDonagh. El inicisivo creador que triunfó después con 'La calavera de Connemara' y 'El tinent d'Inishmore'  y filmes como 'Escondidos en Brujas' y el oscarizado 'Tres carteles en las afueras' regresa ahora a Barcelona con ese primer texto que llegó a Barcelona con el aclamado montaje dirigido por Mario Gas en La Villarroel protagonizado por Vicky Peña y Montserrat Carulla. Ahora, pasados 21 años, Julio Manrique lo vuelve a llevar a escena con una producción diferente que este jueves se estrena en la Teatre Biblioteca de Catalunya. Su suelo de arena se ha convertido en un barrizal con olor a campo donde se alza el humilde hogar donde conviven las protagonistas, Mag (Marissa Jossa), una manipuladora madre discapacitada, y Maureen (Marta Marco), la hija soltera y cuarentona que cuida de ella.

"Maureen es una especie de animal herido", comenta Manrique. Mantiene una relación tóxica con su madre. Entre ambas hay una dependencia malsana, una acumulación de rutina y desconfianza. La anciana, necesitada de muchos cuidados, sabe que sin su hija su destino será una residencia, su peor pesadilla. La llegada al pueblo del hermano hermano mayor de Ray (Enric Auquer) alterará este microcosmos porque la aparición de Pato (Ernest Villegas), un obrero de la construcción que ha emigrado, aportará un rayo de esperanza a Maureen.

Humor salvaje

McDonagh es especialista en combinar humor negro y drama. Le gusta mezclar lo violento y lo grotesco. "Tiene un humor salvaje", dice Manrique. "Esta obra empieza como un drama rural irlandés y acaba como si fuera una película de Tarantino". Aunque transcurre a finales de los 80 principios de los 90, "en realidad tienes esa sensación que todo pasa en un lugar donde se ha detenido el tiempo", añade el director. 

Hay un dicho irlandés que dice: "Ojalá pueda pasar media hora en el cielo antes de que el diablo sepa que he muerto". Esa media hora de felicidad, es la que veremos en la obra antes de que estalle una tragedia que tanto podría ocurrir en Irlanda como en cualquier comunidad pequeña donde todos se conocen y todo se sabe. "Ser diferente del resto te marca más en un pueblo que en una gran ciudad. Vivir en una sociedad endogámica puede afectarte a nivel psicológico. Te marca la forma como te miran los demás", señala Marco encantada con su rol. "Mi personaje es un regalo. Un ser que explora sus emociones y va tan a fondo que haces un viaje enorme como actriz". 

Personaje real

Cuando el director y su equipo viajaron a Irlanda para ambientarse todavía más en esta historia, descubrieron que el personaje que da título a la obra se inspira en una mujer que exitió en Leenane, pueblecito situado junto a la costa atlántica irlandesa, expuesto a una climatología cambiante. "Todos la recuerdan como alguien diferente. Era una especie de hippie de su época. McDonagh debió conocerla cuando era adolescente o quizá escuchó hablar de ella", explica Manrique. Él su 'troupe' hasta visitaron su tumba de la mujer que inspiró esta fábula y se acercaron a ver la casa donde habitó. "Vivía sola, en una zona aislada del pueblo". 

Para ellos Maureen representa ese personaje tan habitual en los pueblos al que todos califican de loco por su extravante manera de vestir, por algo que hizo o simplemente por no avenirse a las convenciones. Por ser como esas personas que van a su aire y que se encierran en sí mismas para sobrevivir.