CRÓNICA

Pascal Comelade & Ivette Nadal, a través de la tormenta

El músico rosellonés entregó su arte pianístico al repertorio de la cantautora en el Auditori Barradas mientras ambos preparan su primer disco conjunto

Pascal Comelade e Ivette Nadal

Pascal Comelade e Ivette Nadal / periodico

Jordi Bianciotto

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Tres conciertos, en Granollers, Santa Coloma y L’Hospitalet, quedarán como testimonios de la primera aproximación entre Pascal Comelade e Ivette Nadal. Recitales asentados en el repertorio de ella, mientras ambos van dando forma a las canciones que darán cuerpo al disco que grabarán el mes que viene.

Como advirtió hace unos días a este diario, Comelade quiso ponerse este domingo en el Auditori Barradas, de L’Hospitalet (concierto enmarcado en Barnasants), al servicio del repertorio de Nadal y de su grupo, integrado por Caïm Riba, Lluís Riera y Santi Carcasona y decantado por una matizada sonoridad pop-rock. Lo cual nos dio una imagen poco vista del catalán del norte, atendiendo a composiciones ajenas y entregado sobre todo al piano aunque desplazando a veces la mano derecha hasta su versión miniaturizada, el ‘pianet’, como él lo llama, para salpicar las canciones con timbres de fantasía.

La lluvia reparadora

Así fue en la primera pieza, versión en catalán de ‘Have you ever seen the rain?’, de Creedence Clearwater Revival, en la que Nadal nos preguntó si hemos visto llover a medianoche, invitando a entender la precipitación como indicador de un cambio depurador. ‘Arquitectura primera’, el ‘single’ con el que la cantautora y el pianista han estrenado su amistad, representa, dijo ella, “cantar después de la tormenta y no en medio”, ya que, “por fin el llanto ha terminado”.

Cielo despejado, pues, para que Nadal brindara su voz a la imaginería ensoñadora de ‘Cançó de bressol per a un osset de peluix’ y al pulso con ‘El senyor del castell’. Composiciones envueltas en un halo poético, afines a las otras dos adaptaciones: ‘Love too soon’, de PJ Harvey, y la ‘stoniana’ ‘As tears go by’, en la que Nadal hizo suya la melancolía de Marianne Faithfull.

Hubo citas cómplices a Enric Casasses y puntas de emotividad en ‘Si vens amor, i jo no hi soc...’ o la recogida ‘Cristina’. “Sí, hago canciones un poco tristes, pero lo estoy mejorando”, deslizó la cantautora, que pese su anunciado ánimo de mirar la vida con una mayor luminosidad, no evitó revivir una vez más sus contrariedades “en el difícil mundo de la industria catalana” y asegurar que se ha “enfadado con todos los críticos”.

Acojámonos a ‘Farem un foc’, la brillante canción nueva de ‘Arquitectura primera’, que coronó el concierto invitando al Barradas a compartir sus poderes purificadores y a vivir para cantar “com el rossinyol després de la tempesta”. Atalaya de una noche en la que Comelade y Nadal mostraron un entendimiento con mucho recorrido por delante.