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'Cold war', uno de los grandes títulos del año, apura sus días en la cartelera

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Eduardo de Vicente

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Estamos en el último mes del año y eso significa que hay que empezar a hacer balance de lo que nos ha deparado este 2018. Es también la época en la que empiezan a aparecer las nominadas a mejores películas del año y, entre ellas, hay una que tiene muchos números para alzarse con unos cuantos galardones. Se trata de la polaca Cold War, que, de momento ya ha obtenido el premio al mejor director en Cannes (donde recibió una ovación de 18 minutos), el premio europeo al mejor montaje (y el 15 de diciembre en Sevilla podría llevarse cuatro más), y es muy probable que este título suene en los Goya y los Oscar. Estos días aún puede verse en un par de locales barceloneses y descubrir los motivos por los que es una de las grandes sorpresas del año.

Es un drama romántico y musical firmado por el polaco Pawel Pawlikowski (La mujer del quinto, Ida) y está protagonizado por Joanna Kulig (Ellas, Las inocentes) y Thomasz Kot (visto en Spoor, el rastro). También tienen breves apariciones el director francés Cedric Kahn (Una vida mejor) y la actriz gala Jeanne Balibar (Barbara).

De 'Operación Triunfo' a 'La La Land'

La acción transcurre en la Polonia de 1949, donde un director de orquesta y su ayudante viajan por los pueblos buscando cantantes para montar un espectáculo que recupere viejas canciones tradicionales. Una de las seleccionadas es una joven que tiene un oscuro pasado a sus espaldas y con la que iniciará una historia de amor que se mantendrá con altibajos durante décadas.

La película empieza como un casting en el que seleccionan cantantes y les enseñan a bailar, como si fuera Operación Triunfo, y acaba derivando en un romance dramático con canciones que bien podría llamarse La La Poland. Es un musical atípico que pasa de la música tradicional a las baladas con incursiones también en el jazz. Además de los temas típicos polacos, la banda sonora incorpora clásicos como The man i love de Billie Holiday, Love for sale de Cole Porter o I’ve got a crush on you o de Porgy and Bess, ambas de George Gershwin.

La vida de los padres del director y la política

Una de sus particularidades consiste en que está rodado en blanco y negro y utiliza un formato cuadrado, opciones que ya había adoptado anteriormente el director en Ida. La acción arranca en Polonia pero transcurre por diversos países: Berlín Occidental, Francia o Yugoslavia. Y es que el filme también tiene su carga política ya que el montaje que planean organizar los protagonistas tiene por objetivo preservar el pasado a través de las canciones. Pero sus loables intenciones son alteradas por los políticos de turno que se entrometen y cambian el folclore por mensajes procomunistas convirtiéndolo en pura propaganda para hacer una gira por la Europa del Este.

El filme está inspirado en la vida de los padres del director que se llaman igual que los personajes protagonistas y pretende ser un homenaje al sueño de muchas personas que, en aquellos años, intentaban pasarse al otro lado para encontrar una vida mejor. Sus progenitores, como los protagonistas, debieron separarse varias veces y reencontrarse en países distintos. La relación entre ambos no es para nada estable y las circunstancias no les ayudan. Para comprobar en qué punto se encuentran el mejor termómetro es escuchar con atención las canciones de la chica y descubrir cuál es su estado de ánimo.

Una película diferente, arriesgada, romántica, muy bien interpretada con excelentes números musicales de distintos géneros que ha seducido a espectadores de países muy distintos por su propuesta sincera y cercana. Vale la pena descubrirla.