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El cine Mélies inicia un ciclo dedicado al polémico realizador danés Lars von Trier

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Eduardo de Vicente

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Lars von Trier es uno de los directores de cine más polémicos de las últimas décadas. Cada nueva película viene acompañada por la discusión y no es extraño encontrar opiniones enfrentadas en torno a su obra. Creó en 1995 el movimiento Dogma que sacudió al cine aunque su influencia se diluyó con el tiempo. Un habitual de los festivales capaz de las declaraciones más insultantes que le han ganado un montón de enemigos. Pese a todo ello cabe afirmar que es uno de los mejores cineastas contemporáneos con grandes títulos y otros menos interesantes, pero con una carrera que vale la pena repasar.

Y eso justamente es lo que van a hacer los Cinemes Méliès durante las próximas jornadas, organizar un miniciclo de seis películas en torno al realizador danés que contarán en la sesión inaugural de hoy con una introducción a cargo del experto Rafael Miret, que nos situará en su obra para que podamos comprender lo que veremos en los próximos días. Todos los filmes se proyectarán a las 20.15 horas en versión original subtitulada en castellano y el precio por sesión será de 4 euros.

Un drama sin decorados y su única comedia

El inicio de la retrospectiva, esta noche, ya demuestra por dónde van los tiros con Manderlay (2005). Era una especie de continuación de las peripecias del personaje de su filme anterior, Dogville, Grace Margaret Mulligan, interpretado ahora por Bryce Dallas Howard. Era la segunda parte de lo que denominó la trilogía Visiones de América (la tercera sería Washington, aún pendiente). En ella, la protagonista deja su pueblo natal y va a parar a una extraña plantación de Alabama junto a su padre donde descubre a un grupo de personas que vive como antes de que la esclavitud fuera abolida. Allí comprobarán los efectos de la segregación. Hay que advertir que, como la primera parte, está rodada sin decorados y los espacios son delimitados por líneas blancas. Y dura 139 minutos. No es fácil, la verdad.

Cuando todos esperaban que, a continuación rodara Washington, dio un giro de volante y nos sorprendió con una comedia, la única de su filmografía, El jefe de todo esto (2006), y lo cierto es que tenía bastante gracia y descubrimos su afilado sentido del humor. Una sátira sobre el fundador de una compañía informática que utiliza a un actor en paro para hacerle pasar por el presidente y que tome las decisiones en su lugar. Era divertida y tenía una importante carga de denuncia social sobre las manipulaciones de las empresas. También presumió de haber utilizado un nuevo sistema denominado Automavision, que dejaba en manos del azar informático las correcciones de imagen y sonido que normalmente aplican los técnicos. Ni del famoso sistema ni de Washington se volvió a saber nada más.  Ni se les espera. Podrá verse mañana sábado, 1 de diciembre.

Escenas provocadoras y la aproximación de un planeta

Anticristo (2009) estuvo marcada por sus fuertes escenas que conmocionaron a los asistentes al Festival de Cannes con automutilaciones y sádicas torturas. Inquietante y perturbadora, por momentos estaba más cercana al cine de terror que al drama que esperaban sus acólitos. Todo ello para narrar una historia aparentemente mucho más inocente. Trata de un psicólogo, que quiere ayudar a su mujer a superar la muerte de su hijo en un accidente y se la lleva a la cabaña solitaria en el bosque donde pasaron el último verano con el niño. Pero resulta peor el remedio que la enfermedad y tanto ella como la naturaleza reaccionan de la forma más inesperada. Charlotte Gainsbourg y Willem Dafoe, dos habituales en sus películas pasaban por esta terapia de choque que podrá experimentarse el domingo, 2.

La semana siguiente empieza con uno de sus mejores títulos: Melancolía (2011), Kirsten Dunst dejaba atrás su etapa juvenil (Las vírgenes suicidas) y se convertía en mujer en este drama en dos actos más un prólogo poético. En sus dos partes muestra la relación entre dos hermanas. Una de ellas va a casarse y en la boda pasa de casi todo, la tensión se palpa y es como una bomba de relojería a punto de estallar. En la segunda, más angustiosa, descubren la proximidad de un planeta, Melancolía, que avanza peligrosamente hacia la Tierra y amenaza con un letal cataclismo. Tiene momentos bellísimos y el tramo final resulta altamente estético pese al contexto. El reparto estaba lleno de estrellas, desde la habitual Gainsbourg a Stellan Skarsgaard (al que dio a conocer en Rompiendo las olas ) y su hijo Alexksander Skarsgaard (Big little lies) hasta veteranos de lujo como Kiefer Sutherland, Charlotte Rampling o John Hurt. Es nuestra favorita y se proyecta el lunes.

El ciclo acabará con una película dividida en dos, Nymphomaniac (martes, la primera entrega; miércoles, la segunda). Se ocupa de un anciano que ayuda en una noche de invierno a una mujer que parece desamparada. La confianza entre ellos va aumentado y la chica le explica sus experiencias sexuales ya que asegura ser ninfómana. Gainsbourg repitió como protagonista y el director volvió a reclutar a famosos como Shia LaBeouf, Christian Slater o Uma Thurman. Es más dolorosa que erótica e incluye escenas muy explícitas. A estas alturas, ya habremos aprendido que lo que de verdad le gusta a von Trier es provocar y no nos sorprenderá. Revisar todos estos títulos puede ser el mejor preámbulo posible para prepararse de cara a su próximo delirio, La casa de Jack, cuyo estreno está previsto para el próximo mes de febrero. Seguro que tampoco nos dejará indiferentes.