ELECCIONES EN LA ENTIDAD

El gaitero Hevia toma el timón de una SGAE "al borde del abismo"

El asturiano se enfrenta a la presión de Cultura para remodelar la sociedad de autores y la amenaza de éxodo por parte de un grupo de músicos

José Ángel Hevia, el nuevo presidente de la SGAE

José Ángel Hevia, el nuevo presidente de la SGAE / DAVID CASTRO

Olga Pereda

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Jose Ángel Hevia, inventor de la gaita electrónica y músico superventas hace décadas, acaba de coger el timón de la SGAE “en plena tempestad”. La expresión del nuevo presidente de la sociedad de autores se queda corta para uno de los cuatro vicepresidentes, Fermín Cabal, que asegura que la entidad -con 119 años de historia- vive un momento tan peligroso que tiene “un pie en abismo” y que, incluso, puede desaparecer. Hevia, cuya candidatura se ha impuesto en la votación de la Junta Directiva por 20 papeletas a favor, 12 abstenciones y 2 en contra, prefiere no ser tan catastrofista y hablar, simplemente, de “situación crítica”.

Para salir sanos y salvos de la tempestad, Hevia (Villaviciosa, Asturias, 1967) apuesta por "la negociación y el entendimiento" entre los diferentes sectores agrupados en la SGAE. Y por el trabajo porque, según acaba de asegurar en Madrid, esta misma tarde se sentará en su despacho para nombrar los puestos vacantes tras las elecciones y emprender así la "puesta a punto" de la sociedad.

El 'brexit'

Su primera tarea será convencer a los músicos que amenazan con abandonar el barco de que no se marchen. Kiko Veneno, Jorge Martínez (de Los Ilegales), Jota (de Los Planetas), Rosa León y Amaro Ferreiro, entre otros, conformaron una candidatura para concurrir a las elecciones. Se retiraron por las desavenencias con el resto de la SGAE y anunciaron su posible portazo. También las multinacionales han amenazado con retirar su catálogo internacional. El nuevo presidente de la SGAE ha considerado ambas amenazas como un Brexit -la salida del Reino Unido de la UE- y ha explicado que sería perjudicial tanto para los que abandonan la casa como para los que se quedan. “Es vital que no se vayan”, ha concluido. A su lado, el vicepresidente Antonio Onetti ha añadido que se sentarán con ellos para hablar:  “Habrá que negociar. Y habrá que renunciar. En eso consiste el entendimiento. Estamos hablando de la subsistencia de la SGAE”.

Presión de Cultura

La presión del Ministerio de Cultura es otro de los problemas que pesa sobre la nueva junta directiva de la SGAE. El 27 de diciembre termina el plazo que dio el Gobierno para que la entidad incorporara el voto electrónico -muy discutido por varios miembros de la actual dirección, que asegura que ningún país europeo lo tiene- y presentara unos nuevos estatutos. La SGAE ha recurrido judicialmente el requerimiento de Cultura, que, a pesar de todo, sigue su camino. La nueva junta considera que los trapos sucios se lavan en casa. “Que nos dejen trabajar, que nos dejen arreglar las cosas a nosotros”, ha insistido otro de los vicepresidentes, Teo Cardala (Cómplices). “Nos hemos reunido con Cultura. Tenemos encuentros periódicos, pero lo mejor es que el conflicto se resuelva desde dentro. Por eso nos hemos presentado a estas elecciones”, ha añadido Fermín Cabal.

"Tregua" a la prensa

Cardala ha dado un paso más allá y ha pedido también una tregua a los medios de comunicación, que “vapulean la casa” desde hace tiempo. En su opinión, un país que ama la cultura debe respetar los derechos de autor. Y eso es, ha añadido, la tarea de la SGAE: trabajar, recaudar y pagar. Cardala se ha mostrado muy crítico con el voto electrónico que quiere implementar Cultura en la SGAE como método para aumentar la transparencia y la democracia en la entidad. “Nadie lo usa en Europa”, ha subrayado. También ha defendido la música nocturna “regulada” como fuente de ingresos. Precisamente, la música nocturna -conocida como ‘la rueda’- es uno de los puntos más espinosos. “Es un caso abierto, está en los tribunales. No nos identificamos con la rueda", ha concluido Hevia.