SALÓN DEL MANGA DE BARCELONA 2018

Elsa Brants: "Una editorial japonesa me ha encargado que dibuje mi autobiografía"

Esta autora francesa publica en España el manga 'Sálvame, Pythie'

La dibujante de manga Elsa Brants, en el Salón del Manga de Barcelona.

La dibujante de manga Elsa Brants, en el Salón del Manga de Barcelona. / periodico

Josep M. Berengueras

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Elsa Brants (1975) es una dibujante francesa. Siempre le había gustado el manga, pero dibujó durante 10 años otro tipo de cómic porque en su país no se apostaba por el manga local. En el 2013, por fin, pudo empezar a publicar el manga ‘Sálvame, Pythie’ (editorial Letrablanka en España). Visita el Salón el Manga de Barcelona.

En España siempre se debate sobre si el manga dibujado por autores españoles es manga o es otra cosa. ¿En Francia pasa lo mismo?

En Francia se preguntan la misma cuestión. ¿Manga francés? ¿'Franga'? ¿'Mancia'? Para mí, si cocino una pizza no la llamo pizza francesa. Yo creo que el manga es lo mismo: es un estilo de dibujo, una forma de construir las páginas, una forma de expresarse. Creo que gente de todo el mundo puede dibujar manga.

¿Cómo empezó a dibujar manga?

Con 9 años comencé a dibujar mi primer manga... Y tuvo 900 páginas, porque lo acabé cuando tenía 16 años. Era el sueño que tenía cuando era pequeña, empecé a dibujar y nunca paré. Pero en Francia comencé a trabajar dibujando otro tipo de cómics, cómic francés, porque entonces no se publicaba manga hecho en Francia. Poco a poco, con el tiempo, los editores cambiaron de opinión y pude dibujar manga.

¿Por qué le gustaba el manga?

Cuando era pequeña no había mangas traducidos al francés. Veía mucho anime por televisión, aunque mi madre me lo tenía prohibido. Lo miraba de escondidas, lo gravaba el vídeo para verlo más tarde... veía todo lo que podía. Años después, cuando ya se publicaba en Francia manga traducido, empecé a comprar todo lo que pude. Recuerdo que el primer manga que tuve fue en japonés, y que comencé a aprender el idioma por mi cuenta para entenderlo.

¿Y lo logró?

Bueno... era de Dragon Ball, y entendí que C-17 era el hijo de Vegeta... Así que andaba algo confundida (risas).

¿Sabe hablar japonés ahora?

Sí, hablo un poco, pero me es muy difícil entrenarlo, porque no puedo practicarlo a menudo. Hace algunos días estuve en Japón, y fue bastante bien porque pude usar mi japonés para orientarme y para pedir en los restaurantes. Así que sabía lo más importante... (risas).

¿Cuál es su manga favorito?

'Lamu', de Rumiko Takahashi. Rumiko es mi dibujante favorita, me encanta su humor. Mis mangas actuales tienen mucho de los suyos, son una gran fan. Si algún día logro conocerla, ya podré morirme tranquila.

“Queremos publicar tu manga”. ¿Que sintió el día que una editorial se lo propuso?

Fue como un sueño hecho realidad. Dibujé ‘Sálvame, Pythie’ y lo envié a muchas editoriales hasta que tuve suerte. Fue gracias a que otro manga francés, ‘City Hall’, fue un éxito en Francia. Nos abrió el camino.

‘Sálvame, Pythie’ se ha publicado en japonés en formato digital...

Pensaba que era algo que nunca iba a pasar. Estoy muy contenta, pero aún es para mí un poco raro ver  mis dibujos llenos de caracteres japoneses.

¿En qué trabaja actualmente?

Trabajo en un encargo que me han hecho en Japón y que se publicará tanto en Francia como allí. Es una autobiografía: el editor japonés me ha pedido que dibuje por qué soy mangaka siendo francesa. Habrá muchas pequeñas historias de mi vida, a veces en formato página a veces en tiras. Cómo descubrí el manga, cómo empecé a dibujar, cómo vivo ahora... Creo que es muy divertido y espero que la gente se lo pase bien. Será un libro de 200 páginas, y tengo que tenerlo acabado este diciembre. Se publicará el próximo año.