VOTACIÓN CLAVE

Teddy Bautista pierde la SGAE

El bloque de candidatos de las editoriales televisivas arrasa y se adueña de la entidad en unas elecciones con escasa participación

Teddy Bautista, este viernes, tras votar en las elecciones de la SGAE.

Teddy Bautista, este viernes, tras votar en las elecciones de la SGAE. / periodico

Nando Cruz

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Lo que nadie imaginaba ha ocurrido. Teddy Bautista ni siquiera ha obtenido plaza en la junta directiva de SGAE, lo cual le impedirá cumplir su sueño de ser el presidente que salve la entidad de su deriva reciente. Los socios de la SGAE no han confiado en el hombre que convirtió la Sociedad General de Autores y Editores en una máquina de recaudar millones y que aún sigue pendiente de juicio por presunto desvío de fondos de la entidad. Mientras, en silencio, la férrea disciplina de voto de los autores de las editoriales televisivas ha sido letal. Los 16 candidatos que presentaban han obtenido las 16 plazas dejando fuera de juego a  Bautista y a cualquier socio con sincera intención renovadora.

El jueves ya se rumoreaba que Teddy pudiera haber cometido un error de cálculo que le impidiese sumar los votos necesarios para ingresar en la junta. Y entrar en esa junta directiva de 35 era un requisito imprescindible para luego ser elegido presidente de la entidad. Ese error de cálculo explicaría la rueda de prensa que Bautista celebró el miércoles en la sede de SGAE; un acto que, por cierto, queda expresamente prohibido en la normativa de uso de las sedes de SGAE en periodo electoral, pero que el equipo de Sastrón desoyó.

Ni la potente campaña mediática de Bautista ni el apoyo de última hora de nombres importantes como el de Alejandro Sanz han bastado para decantar la toalla hacia el hombre que manejó las riendas de la SGAE desde que fue elegido vicepresidente en 1982 hasta que fue detenido en 2011 en el marco de la Operación Saga. La retirada de candidatos del bloque de autores alineados con las discográficas y su invitación a la abstención también han incidido en un desenlace final que se resume así: el colegio de Pequeño Derecho (el de los músicos), es hoy coto exclusivo de autores de las editoriales televisivas y con el apoyo de los cuatro candidatos del colegio de Editores que no se retiraron suman 20 votos de los 35 de la nueva junta directiva. La SGAE ya es suya.

Los 16 de 'La Rueda'

¿Quiénes son esos 16 autores alineados con las editoriales televisivas? Josemi Carmona, Miguel Ángel Chastang, Juan Parrilla, Virginia Glück, Fernando Illán, Hevia, Huecco, Pablo Salinas, Manuel Villalta, José de Eusebio, Inma Serrano, Juan José Solana, Juan Ramón Arnáiz, Teo Cardalda, Pablo Pinilla y Tontxu. Sus detractores los denominan la candidatura de la rueda, en referencia a esa trama destapada durante la presidencia de Anton Reixa y en la que la emisión de programas televisivos de madrugada con música de fondo apenas audible generaba ingentes sumas de dinero. También se refiere a otro sistema similar y circular según el cual autores que fichan por las editoriales televisivas y suenan mucho en estas cadenas generan recaudaciones astronómicas de derechos de autor que distorsionan el reparto de la recaudación de SGAE y merman los ingresos de las ecenas de miles de autores que viven de grabar discos y actuar en vivo.

Ni los 16 ni sus votantes son autores muy conocidos por el gran público pues, en el mejor de los casos, sus días de éxito en los escenarios o en ventas quedan lejos. Pero este sistema de voto de SGAE, según el cual cuanto más dinero genera tu música más votos acumulas les ha permitido amasar grandes bolsas de votos. Votos que finalmente les permiten adueñarse de la entidad. La alta abstención en los comicios también ha sido de gran ayuda. De los 18.970 socios con derecho a voto lo han ejercido 1.373; el 7,23% del censo. Pero en términos absolutos, y con 120.040 autores registrados, el futuro de la entidad lo habrá decidido un 1,14% de masa social. Y ese es el porcentaje de votantes. Los que han aupado al bloque de editoriales televisivas no debe llegar ni al 1%.

Dos días antes de que la Guardia Civil entrase en el Palacio de Longoria, en aquel fatídico 30 de junio del 2011 que desencadenó la crisis más profunda en el seno de la SGAE, Iván Ferreiro grababa en un estudio cercano a la sede de la SGAE su disco 'Confesiones de un artista de mierda'. El músico gallego coincidió en una cafetería con Teddy Bautista y este le dijo: "Iván, por favor, tienes que avisar a los autores. Tenéis que venir a la SGAE porque esto se está llenando de ratas". Siete años después, la entidad entra en una etapa aún más incierta. Los autores de las discográficas amenazan con retirar su repertorio. Las teles se quedan la SGAE, sí, pero igual se quedan una SGAE vacía.