MUESTRA ARTÍSTICA

Kubrick: el universo artístico de un humanista pesimista

La formidable exposición del CCCB enseña muchos aspectos de la vida y obra de Stanley Kubrick y desmonta algunos tópicos

Exposición sobre Stanley Kubrick en el CCCB

Exposición sobre Stanley Kubrick en el CCCB / ALBERT BERTRAN

Quim Casas

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Esta es una exposición formidable, ya que enseña muchos aspectos de la vida y obra de Stanley Kubrick y desmonta algunos tópicos, apela al sentimiento lúdico a la vez que revisa a conciencia los mecanismos temáticos y visuales de un cineasta considerado casi unánimemente un genio. El universo del director de 2001: Una odisea del espacio se ha instalado en el CCCB hasta el 31 de marzo de 2019. El espectador tendrá la oportunidad de comprobar el por qué de esa consideración de genio, aunque Jan Harlan, cuñado de Kubrick, productor de sus últimas cuatro películas y conservador de su legado, dijo este martes en la presentación de la exposición que "el genio es un 10% de talento y un 90% de trabajo duro, según definición de Bach que a Kubrick le gustaba mucho recordar".

La exposición inició su andadura en el 2004 y ha sido vista en ciudades como Berlín, México, Los Ángeles, Seúl, París y Amsterdam. Después de Barcelona recalará en Londres. En cada uno de los centros ha sido adaptada. El escritor cinematográfico Jordi Costa es el responsable de este cometido para la muestra en el CCCB. En la entrada, un espléndido montaje audiovisual de Manuel Huerga en el que, a través de decenas de pequeñas pantallas, se nos muestra a Kubrick en la cotidianidad de su trabajo. "El audiovisual de Huerga rompe la leyenda de Kubrick como alguien que no participa de la vida pública, alguien cerrado en sí mismo", comentó Costa. También recordó una de las máximas del autor: "Todo lo que puede ser escrito y pensado podrá ser filmado".

La exposición condensa el sugestivo universo Kubrick en bloques cronológicos. El espectador verá varias de sus fotografías para la revista Look, cámaras y lentes, planes de rodaje, cuadernos, guiones anotados, carteles, fotos de rodaje, esquemas de montaje, storyboards y la cámara Mitchell que empleó en Barry Lyndon. También el vestuario de EspartacoLa naranja mecánica y Barry Lyndon, el traje de mono de 2001, banderas, rifles y cascos de La chaqueta metálica, las máscaras de la fiesta de Eyes wide shut, los vestidos de las inquietantes gemelas de El resplandor o la maqueta del laberinto de este mismo filme. Hay espacio también para los proyectos no realizados, como una imaginativa sala-biblioteca con volúmenes utilizados por Kubrick para documentarse sobre Napoleón Bonaparte.

Costa, que ha entrevistado para la exposición a Keir Dullea (el astronauta Bowman de 2001) y a colaboradores españoles del director (los asistentes de Espartaco o los responsables del doblaje de sus últimos filmes en España, Carlos Saura, Mario Camus y Vicente Molina Foix), definió a Kubrick como "un humanista pesimista, con una mirada compasiva pero con espacio para el cinismo". Harlan añadió que en 2001 "combinó escepticismo y esperanza, y realizar cada una de sus películas era una batalla, pero esto es común en cualquier gran artista", subrayando que en sus filmes reconoces un estilo concreto y personal como ocurre con Bach, Van Gogh o Ingmar Bergman.

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