EL MUNDO DE UN GENIO

Del ajedrez a Zarathustra: diccionario del universo Kubrick

Este breve glosario desglosa algunos de los elementos esenciales de su obra, a modo de guía-aperitivo de la exposición sobre su obra que se podrá ver en el CCCB desde este martes hasta el 31 de marzo del 2019.

Quim Casas

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Stanley Kubrick quiso controlar sus películas desde el guion hasta el doblaje para alcanzar la perfección. Creó un estilo único en el que la tecnología es fundamental. Este breve diccionario desglosa algunos de los elementos esenciales de su obra, a modo de guía-aperitivo de la gran exposición sobre su obra que se podrá ver en el CCCB desde este martes hasta el 31 de marzo del 2019.

Ajedrez. El juego preferido de Kubrick. Pura matemática. En las batallas de 'Espartaco', los soldados se mueven como si estuvieran en un tablero de ajedrez. A Frederic Raphael, guionista de 'Eyes wide shut', le envió las fotocopias del relato original de Arthur Schnitzler en el que se basa la película borrando el nombre del autor y esperando que lo adivinara: le gustaba poner en jaque a sus colaboradores. Además, en sus años de juventud en Greenwich Village jugaba por dinero con otros ajedrecistas.

Cantando bajo la lluvia. La canción principal del famoso musical de Stanley Donen y Gene Kelly sirve de perverso fondo sonoro para una de las escenas más violentas de 'La naranja mecánica', cuando la canta Malcolm McDowell antes de violar a la esposa del artista. A Kubrick le gustaba pervertir los iconos populares.

Douglas, Kirk. Es difícil pronosticar qué habría sido de Kubrick en el cine de gran producción sin la confianza depositada en él por Kirk Douglas, quien produjo y protagonizó el alegato antibelicista 'Senderos de gloria' y después le escogió para substituir a Anthony Mann en 'Espartaco', la primera película cara de Kubrick. Pero las desavenencias entre actor y director fueron fundamentales para que, a partir de ese momento, Kubrick decidiera controlar meticulosamente todo el proceso de sus filmes.

Estructuras. Le encantaba jugar con el tiempo y con el espacio. No hay elipsis temporal más determinante en la historia del cine que la del mono, el hueso y la nave espacial de '2001: Una odisea del espacio'. No hay clímax más inquietante que la desconexión de la computadora 'Hal 9000' en este mismo filme. La estructura narrativa de 'Atraco perfecto', fragmentada y con diversos puntos de vista, remite a 'Rashomon' de Kurosawa; Tarantino la emplearía en 'Reservoir dogs'. La primera parte de 'La chaqueta metálica' es una repetición tras repetición de humillaciones en el campamento de reclutas. El espacio es fundamental en 'El beso del asesino' (la sala de maniquís) y 'El resplandor' (la estructura laberíntica y el propio laberinto del final).

Forqué, Verónica. Cuando se estrenó 'El resplandor', fueron muchos los que cuestionaron el doblaje de Verónica Forqué para el papel interpretado por Shelley Duvall; no había escuchando nunca a esta en versión original, ya que sus voces se parecen muchísimo. Kubrick controlaba hasta el proceso de doblaje de sus filmes. La traducción al castellano de 'El resplandor' corrió a cargo de Vicente Molina Foix y el director de doblaje fue Carlos Saura, quienes contaban con su aprobación.

Holocausto. Kubrick, judío aunque no practicante, tuvo un mente un filme sobre el exterminio nazi titulado 'Aryan papers'. La secuencia de 'Espartaco' en la que todos los esclavos dicen ser Espartaco cuando Craso les pide que lo identifiquen, es parecida a un hecho referido por un prisionero de un campo de concentración alemán: ante las amenazas de un oficial de las SS de matarlos a todos si no daban un paso al frente los que fueran judíos, todos decidieron dar ese paso al frente.

Inteligencia artificial. Una de las grandes obsesiones de Kubrick, quien dio forma a Hal 9000 (un computador algorítmico programado heurísticamente) como un ordenador más inteligente que los humanos. Después tuvo un proyecto que, tras su muerte, llevó a la pantalla Steven Spielberg: 'A. I. Inteligencia artificial', sobre la relación entre humanos y robots. Spielberg lo realizó en el año 2001, precisamente.

Korova. Es el bar lácteo de la sociedad distópica descrita en 'La naranja mecánica', donde Alex y sus ultra-violentos drugos consumen su ración de leche con mescalina.

Look. La prestigiosa revista estadounidense publicó entre 1945 y 1950 cerca de 300 fotografías realizadas por un jovencísimo Kubrick, estampas de la vida cotidiana y anónima en la gran ciudad en sintonía con los trabajos de Walker Evans y otros retratistas urbanos.

Misántropo. Kubrick se negaba a viajar en avión, vivía casi recluido en su mansión londinense, no rebasaba los 40 kilómetros por hora cuando iba en coche, no quería que le hicieran fotografías y pedía revisar una y otra vez las entrevistas que le hacían antes de ser publicadas. Michael Herr, colaborador en 'La chaqueta metálica', recordaba que Kubrick casi siempre se relacionaba con los demás por teléfono: "El teléfono era para él lo mismo que la guerra para Mao, el instrumento de una prolongada ofensiva".

Napoleón. Su proyecto más querido de entre los que no pudo llevar a cabo. Horas y horas de investigación (con el asesoramiento de Felix Markham, profesor de la universidad de Oxford y biógrafo de Napoleón Bonaparte), lectura de decenas de libros y 15.000 fotografías de localizaciones. Ha sido considerada la mejor película jamás filmada.

Ordenadores. Kubrick ya los utilizaba cuando nadie lo hacía. En 1983 tenía cinco ordenadores en su sala de trabajo. Con algunos escribía los guiones. Con otros confeccionaba planes de producción. Con uno controlaba las recaudaciones de todas sus películas en cualquier parte del mundo.

Padrino, El. La película de Francis Ford Coppola era para Kubrick la mejor que se había hecho y la que tenía el mejor reparto.

Quilty. Es el ambivalente personaje que seduce a Lolita en la adaptación de la novela de Nabokov. Lo interpretó, contra todo pronóstico, Peter Sellers, un gran comediante del cine británico y estadounidense de los 50 y 60 ('El quinteto de la muerte', 'La pantera rosa', 'El guateque'). Sellers y Kubrick siguieron su desafío en '¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú', donde el actor interpreta tres personajes distintos: el oficial pacifista, el presidente de la nación y el extravagante doctor Strangelove.

'Slit-scan' y 'Steadycam'. La primera técnica (traducible por abertura escaneada) fue utilizada para visualizar el viaje psicodélico desde Júpiter hasta más allá del infinito en '2001: Una odisea del espacio'. El sistema 'steadycam' fue inventado por Garrett Brown y alcanzaría su máxima expresión en 'El resplandor'. Gracias a su movilidad, Kubrick podría realizar movimientos de cámara aún más estilizados que los de su admirado Max Ophüls, como en la parte inicial de 'Eyes wide shut'.

Thompson, Jim. Dos caracteres fuertes frente a frente. El autor de 'El asesino dentro de mí', 'La huida', '1280 almas' y otros títulos 'hard boiled' de la novela negra participó activamente en el guion de 'Senderos de gloria' tras responsabilizarse de los diálogos de 'Atraco perfecto'. Entonces no era un autor de culto.

Velas. 'Barry Lyndon', ambientada en la Inglaterra del siglo XVIII, es un brutal ejercicio de reconstrucción estética. Kubrick obligó a su director de fotografía, John Alcott, a filmar solo con la luz natural de las velas las escenas en interiores. Un trabajo prodigioso. Filmes posteriores recogerían su herencia, caso de 'El vent de l'illa', de Gerard Gormezano.

Weegee. De nombre real Arthur Fellig, fue uno de los mejores fotógrafos de sucesos estadounidense. Su primer libro de fotos, 'Naked City', sería la inspiración para el filme del mismo título de Jules Dassin y para el grupo homónimo del saxofonista John Zorn. Kubrick admiraba sus foto-reportajes de accidentes y asesinatos y le contrató como fotógrafo de plató de '¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú'.

Zarathustra. Richard Strauss compuso su poema sinfónico 'Así habló Zarathustra' inspirándose en el texto de Nietzsche sobre la muerte de Dios. Kubrick lo utilizó en '2001: Una odisea del espacio', convirtiéndolo en tema-emblema. En 1973, Eumir Deodato grabó una versión en clave de jazz-funk-rock que se hizo igual de célebre.