LA GRAN CITA DEL DOCUMENTAL MUSICAL

El In-Edit busca la remontada

Un fotograma de 'Cocksucker blues'

Un fotograma de 'Cocksucker blues'

Nando Cruz

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De George Michael a El Sobrino del Diablo. O de Elvis Presley, el rey del rock, a Peret, el rey de la rumba. O del jazz etíope al punk-rock australiano. Año tras año, la obstinada amplitud de miras del festival In-Edit convierte su selección de documentales musicales en un sinfín de recorridos posibles por el vasto universo de la música. Esta 16ª edición mantiene la vocación de apelar a todo tipo de melómanos. A los expertos en free jazz, a los adictos al hardcore-punk de los años 80 y, por supuesto, a las fans de las 'boy bands'.

Tras una edición complicada, la del 2017, en la que la asistencia cayó un 20% debido al clima político que se vivía en Catalunya, el director de la muestra Cristian Pascual afirma que vuelven a rozar los números del 2016; es decir, más de 28.000 espectadores en Barcelona a los que se suman los de la miniedición en Madrid y los usuarios del canal In-Edit TV. Algunos responsables de esta remontada son George Michael, Peret, Rubén Blades, MIA, Ryuichi Sakamoto, Joâo Gilberto, Grace Jones, Radio Birdman, Agnostic Front, George Michael, Burning y The Go-Betweens, protagonistas de 12 de las 58 cintas en cartel.

Uno de los títulos más llamativos de esta edición es ‘Cocksucker blues’, el documental que inmortalizó en 1972 la disoluta vida que llevaban los Rolling Stones y que la banda de Mick Jagger vetó durante años. Otro es ‘The king’, un análisis del impacto social de Elvis Presley en Estados Unidos. Tanto o más interesante aún será ‘I used to be normal’, sobre el furor que han desatado las boy bands a lo largo de la historia. En este caso, el estudio centra su mirada en la opinión del público. Y el público es el gran olvidado en los análisis musicales.

Más allá del artista

Los artistas, ya sean malditos o famosos, ya sean clásicos o desconocidos, siguen dominando la programación del festival, pero In-Edit también dedica un espacio a documentales cuyos protagonistas no cantan, tocan ni componen. Son salas de conciertos como el Ealing Club de Londres o el Apolo barcelonés. Son  discotecas como la neoyorquina Studio 54 o festivales como el Altaveu de Sant Boi. Son discográficas de jazz (Blue Note) o reggae (Trojan). Son luthiers y tiendas de discos como Wax Trax, especializada en sonidos industriales.

Los artistas siguen dominando la programación del festival, pero el In-Edit también dedica un espacio a documentales cuyos protagonistas no cantan, tocan ni componen

Hace años que el festival propone miradas panorámicas sobre momentos significativos de la historia de la música moderna. En esta línea destacan cintas sobre la escena electrónica francesa de finales de los 90, de la que surgieron Daft Punk y Air, o el swinging London de los 60. También crece la presencia de cintas estatales. El motivo es doble. Por un lado, explica Pascual, “In-Edit tiene como misión potenciar la producción nacional”. Por otro, el festival barcelonés siente la necesidad de “ofrecer un retorno a la ciudad” a través de piezas en las que salga retratada Barcelona. Las secciones Shorts y Km 0 acogen este año títulos sobre Jorge Martí (cantante de La Habitación Roja), El Sobrino del Diablo, Pentina’t Lula, Legion, Ramon Mirabet, la escena jazzística local o la tienda de partituras Musical Emporium. La mayoría de estos documentales “de proximidad” se proyectan también en centros cívicos de la ciudad.

Como festival cuyo objetivo principal es explicar la música a través de la pantalla, este año In-Edit se abre a otros formatos. Es el caso del programa online ‘El Bloque TV’ que está retratando la vibrante escena del trap y otros sonidos urbanos. “En un documental es muy difícil captar la contemporaneidad porque entre que tienes la idea, buscas financiación, ruedas y estrenas, pasan cinco años”, calcula Pascual. Y como igual no llega uno sobre Yung Beef hasta 2028, mejora acercarse a este joven movimiento a través de un formato más televisivo. También se emitirá un capítulo del programa de TVE ‘La hora musa’.

Hay infinidad de detalles sobre la personalidad de los músicos imposibles de detectar en los discos o conciertos. Por ello es necesario el cine documental. Para ver cómo Grace Jones discute a gritos con el bajista de Sly & Robbie. O a Liam Gallagher emocionado al escuchar ‘Praying for time’ de George Michael. O a Tessa, bajista de las Slits, poniéndose guantes para hojear su colección de recortes periodísticos sobre el grupo. O a MIA atemorizada al recibir la visita de un pez gordo para tomar medidas sobre su famosa peineta en la gala televisiva de la Super Bowl. O a un joven y tímido Michael Jackson en Studio 54. Todo ello y más, en el In-Edit entre el jueves 25 y el domingo 4 de noviembre.